Piloto iracundo enfrenta cargos

RICHMOND HILL, Georgia - El capitán de JetBlue Airways Clayton Osbon se presentó inusualmente tarde para pilotar el vuelo 191 a Las Vegas. Cuando el avión estaba en el aire, dijo a su copiloto de manera inquietante que no llegarían.

Osbon comenzó a divagar sobre religión. Regañó a los controladores aéreos y les dijo que se calmaran, después apagó las radios por completo y debilitó la luz de los monitores en la cabina. Dijo en voz alta que "las cosas simplemente no importan", y animó a su copiloto a dar un salto de fe.

"No vamos a Las Vegas", dijo Osbon. Lo que ocurrió a continuación, según documentos judiciales divulgados el miércoles, fue una persecución dramática y una lucha en la cabina que terminó con los pasajeros sometiendo a Osbon, de 49 años, y manteniéndolo en el piso hasta que el copiloto pudo hacer un aterrizaje de emergencia en Amarillo, Texas. Osbon fue acusado el miércoles de interferir con una tripulación de vuelo. Osbon, un piloto de JetBlue desde el 2000, se comportó de manera cada vez más errática el martes después de que el vuelo partió de Nueva York, lo que preocupó tanto a sus compañeros de tripulación que de plano le cerraron la puerta de la cabina después de que salió precipitadamente, de acuerdo con una declaración jurada. Osbon después comenzó a gritar acerca de Jesús, al-Qaida y de una posible bomba a bordo, lo que obligó a los pasajeros a atarlo con extensores de cinturones de seguridad durante unos 20 minutos hasta el aterrizaje. "El primer oficial se preocupó realmente cuando Osbon dijo 'tenemos que dar un salto de fe'", de acuerdo con la declaración jurada provista por el agente del FBI John Whitworth. "Osbon empezó a tratar de vincular números que no tienen relación, como diferentes frecuencias de radio, y habló acerca de los pecados en Las Vegas". Osbon después salió de la cabina de pilotos y las tensiones en el avión comenzaron a incrementarse, según relatos de testigos recogidos por los investigadores. Osbon, descrito por sus vecinos en Georgia como alto y musculoso, "agresivamente" agarró las manos del asistente de vuelo que se enfrentó con él y luego corrió por la cabina mientras lo perseguían. Desde el interior de la cabina cerrada, a la que Osbon intentaba volver a entrar golpeando la puerta, el copiloto dio la orden a través del intercomunicador de frenar a Osbon, según la declaración jurada. Los pasajeros tiraron al piso a Osbon. Una asistente de vuelo recibió un golpe en las costillas, pero nadie a bordo resultó herido de gravedad. El director general y presidente de JetBlue, Dave Barger, dijo en el programa "Today" de la NBC que él conoce personalmente a Osbon y es "un profesional consumado", sin nada en su pasado que indique que sería un riesgo en un vuelo. Compañeros pilotos de Osbon, amigos y vecinos en Richmond Hill, Georgia, una ciudad dormitorio en la costa al sur de Savannah, dijeron que estaban sorprendidos por su colapso nervioso en pleno vuelo. Ninguno recordó que haya tenido algún problema de salud o mental anteriormente.

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