Las autoridades de Canadá sacrificaron a un oso negro luego de que determinaron que comió los restos de un hombre, quien resultó ser un homicida. El ministro del Medio Ambiente en la provincia de Columbia Británica, Terry Lake, informó el lunes que la descripción del oso coincidió con la del que fue visto resguardando un bulto que contenía restos humanos. El animal fue sacrificado porque los osos recuerdan las fuentes de comida y podría atacar a seres humanos, explicó Lake. Las autoridades sospechan que Rory Wagner, quien en 1994 se declaró culpable de homicidio, murió dentro de su vehículo en un camino remoto que es usado para el traslado de madera y que el oso logró penetrar el auto y llevarse el cuerpo. Wagner, de 54 años de edad, y otras dos personas fueron acusados de matar a un hombre por creer que había atacado sexualmente a un pariente. Cumplió su tiempo de prisión y salió libre. Las autoridades fueron notificadas el 23 de mayo de la desaparición de Wagner. La Policía descartó algún ilícito en su muerte. Varios cazadores encontraron sus restos la semana pasada.
