En Hialeah: estupor y luto

Los residentes de la ciudad, golpeada el asesinato de seis personas, no alcanzan a comprender los motivos del pistolero, que fue ultimado por la policía.
Vecinos de las seis víctimas recuerdan a los fallecidos como personas buenas, decentes, amables y tranquilas antes de que Pedro Vargas acabara con sus vidas.
"Me costó trabajo subir la escalera porque estoy muy triste", dijo una de las residentes del edificio que conocía a tres de las víctimas.
Según otra vecina del edificio, este incidente dejó a toda la comunidad en shock, y lo peor, es no saber el por qué el pistolero cometió semejante atrocidad.
A lo mejor el tiempo podrá aliviar a los familiares y amigos de las víctimas, pero por el momento toda la comunidad están de luto.
Vargas murió a manos de la policía tras descargar su violencia sobre los vecinos del edificio donde vivía
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