Como muchos otros jóvenes recién graduados, la británica Daniela Liverani decidió tomarse algún tiempo libre para realizar un inolvidable viaje por Asía, pero lo que no sabía es qué tan inolvidable y asqueroso sería su regreso.
Cuando volvió a Edimburgo, en el Reino Unido, notó que algo se movía en su nariz y que empezaba a sangrar de forma regular, pero ella pensó que era alguna consecuencia fruto de un accidente en moto que tuvo durante el viaje, con lo que no le prestó más atención.
Daniela explicó al diario Daily Record que un día que se estaba bañando, "algo salió de mi nariz y me llegó hasta el labio. Salí disparada y me miré en el espejo del baño, y descubrí que ese algo tenía una especie de crestas. Fue entonces cuando me di cuenta de que era un animal”.
Cual fue la sorpresa de Daniela cuando los doctores le dijeron que el motivo de su sangrado no era otro que la sanguijuela de tres pulgadas que llevaba colgando del interior de su nariz..
Los doctores tardaron media hora en sacarle al bicho de su nariz con la ayuda de unas pinzas y un aparato para abrir bien las fosas nasales.
La joven sorprendida se dio cuenta que el bicho se le había introducido en la nariz durante el exótico viaje, con lo que llevaba un mes con el animal dentro.
Según expertos en el tema consultados por el periódico, la sanguijuela pudo ser tan solo una larva cuando se introdujo en la nariz de Daniela, quien la obtuvo al bañarse en un lago de Vietnam o el simple hecho de beber agua, y en todo este mes tuvo tiempo suficiente de crecer tanto.
