Renuncia Juan Rangel de UNO

Juan Rangel, el líder durante mucho tiempo de la Organización de Vecindarios Unidos (UNO), ha dimitido de su cargo de $250,000 al año como director ejecutivo de UNO, según reporta este viernes el Chicago Sun-Times.

La junta directiva de UNO aceptó la renuncia de Rangel, dijeron las fuentes al Sun-Times.

"Nos estamos enfocando en el futuro y en nuestros 7,500 estudiantes que vienen a nuestras escuelas todos los días”, dijo Freddy Santiago, director interino de la mesa directiva de UNO. “Queremos que nuestro equipo se concentre en servir a la comunidad”.

Rangel estaba al frente de la red de escuelas autónomas de UNO que recientemente se vio envuelta en una serie de escándalos de padrinazgo político que reveló el rotativo.

UNO está bajo investigación federal.

En octubre pasado, UNO anunció que había recibido un pedido de documentación el mes anterior de parte de la U.S. Securities and Exchange Commission (SEC) y está cooperando con los investigadores.

La administración de UNO ha estado bajo sospecha desde febrero del año pasado cuando el estado de Illinois le suspendió la entrega de fondos por acusaciones de nepotismo y de conflicto de interés.

La orden del gobernador Pat Quinn se debió a denuncias de que unos 8.5 millones de dólares de una subvención total de 98 millones fueron asignados a dos empresas propiedad de hermanos de un alto funcionario de la organización.

Ese funcionario renunció al cargo y los contratos para la construcción de la escuela Academia de Futbol UNO para 600 estudiantes, en el barrio Gage Park, fueron administrados por una organización independiente hasta completarse la obra.

Rangel, de 48 años, se crió en el barrio de La Villita y fue nombrado director general de UNO en 1996. A finales de 1990, llevó al grupo a incursionar en el negocio de las escuelas chárter, que son escuelas privadas pero dependen de la financiación del gobierno.

La red de escuelas chárter de UNO incluye actualmente 16 escuelas con más de 7,600 estudiantes, la gran mayoría de ellos alumnos hispanos de familias de bajos ingresos.

UNO ha dependido en gran medida de la financiación estatal para construir sus escuelas y en decenas de millones de dólares provenientes del sistema de escuelas públicas de Chicago para operarlas, reporta el Sun-Times.

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