Mi mamá Blanca Lopez-Mercado vino a los Estados Unidos en 1952 con sus padres y sus hermanos alcanzar el Sueño Americano. Tenía 18 años. Vino aquí de Puerto Rico porque América era el país de las oportunidades y, para ella, la Ciudad de Nueva York era el mejor lugar del mundo. Ella sólo tenía una educación de sexto grado, pero era muy inteligente. Aprendió inglés viendo películas y la televisión. Consiguió un trabajo como costurera. Ella trabajó duro toda su vida, y logro el Sueño Americano. Ella y mi padre se retiraron en una casa en Florida con una cerca de madera blanca. En diciembre 2009, mis padres habían planificado un viaje para pasar la navidad en Nueva York con nosotros. Mi madre había sufrido de escoliosis durante muchos años, y al envejecer, su espina dorsal empezó a aplastar sus pulmones y hacer que fuera difícil respirar. Años atrás, mi padre había sido diagnosticado con degeneración macular, una enfermedad ocular. Con los dos en mala salud, era difícil viajar. Desafortunadamente mamá cayó enferma de neumonía, entonces su viaje tuvo que ser pospuesto.
Mi hermano, que vivía también en Florida, decidió pasar la navidad con ellos. Se vistió como Santa Claus y los sorprendió. Tuvieron una buena fiesta, pero mi hermano podía ver que Mamá estaba deprimida. Había sido muy independiente, y todavía en sus setenta años, era muy activa. Yo la llamaba mi “Conejito de Energizer.” Pero ahora, mis padres dependían en otras personas para movilizarse, así que se pasaban la mayoría del tiempo en casa. Mi hermano vio que este era un momento muy difícil para mi mamá, así que decidió abrirle una cuenta de Facebook para que pudiera ver a todos sus familiares en Nueva York a través de fotos y hablar con ellos vía mensajes y publicaciones. Yo no sabía lo que era Facebook en ese momento, pero me inscribí para conectar con mi madre, y muchos otros familiares lo hicieron también.
Al principio Mamá estaba un poco sospechosa de esta nueva tecnología, pero una vez que consiguió dominarla, se convirtió en una experta de Facebook. Todos los días se levantaba e ingresaba en su cuenta. La ayudamos a encontrar familiares con los que no se había comunicado en mucho tiempo para que se hicieran “amigos” en Facebook. Todos nos conectábamos para hablar con ella y compartir fotos. Incluso hemos instalado un webcam para Mamá. Ella estaba muy feliz por todo esto.
Durante el próximo año, Mamá estuvo muy enferma y estaba dentro y fuera de los hospitales a menudo. Pasó unos meses con una máquina de oxígeno, y tuvo algunos días bastante difíciles. Facebook fue su escape. Escribía sus pensamientos todos los días. Algunos días ella estaba feliz y agradecida por la vida. Otros días estaba muy triste y escribía sus sentimientos en Facebook. A veces escribía sus palabras de sabiduría para la nueva generación de nietos y bisnietos que tenía. Ella los animó a trabajar duro para alcanzar sus sueños, pero que también disfrutan sus vidas, especialmente mientras estaban jóvenes.
Cuando era niña, mi mamá tenía sueños de ser periodista. Desafortunadamente, no puso continuar sus estudios pasado del sexto grado en Puerto Rico porque su padre no la dejaba caminar sola a la escuela secundaria. Cuando llegó a Nueva York y perdió su madre, con su papa, tuvo que trabajar para mantener a su familia. Pero en el fondo era una escritora. Mamá llenaba los cuadernos con sus pensamientos y sus historias. Ahora, escribía todo en Facebook, y a nuestra familia le encanta. Mamá hizo su ultima publicación unos días después de Año Nuevo en 2011. Ella fue hospitalizada poco después, y murió el 14 de enero. Hoy, más de tres años después, su página de Facebook todavía existe. La usamos como una página para recordarla y todavía la enviamos mensajes sobre las cosas que nos pasan desde que ella nos dejó. El recuerdo de Mamá se mantiene vivo gracias a Facebook, y tenemos la intención de transmitir sus palabras a las generaciones futuras de nuestra familia.
Nota por: Alicia Mercado para Facebook Stories
