Hoy es el último día de clases para muchos estudiantes de Escuelas Públicas de Chicago, pero para aquellos que son parte de las más de dos docenas de escuelas Track E es su último día definitivo en lo que hasta hoy llamaban "su escuela".
Pese a las protestas de los familiares y de los sindicatos de maestros de Chicago, la primera ola de escuelas programadas para dejar de funcionar, cerrarán sus puertas el miércoles. Esto se realizará como parte de un plan aprobado el pasado mes por el Consejo de Educación de la Ciudad. En total, serán cerradas 28 escuelas. Durante un debate el martes por la noche, la directora ejecutiva de la junta de educación, Barbara Byrd-Bennett habló de una perspectiva positiva del Distrito Escolar y una futura mejor relación con el sindicato de maestros y la comunidad.
"Nadie cree en CPS, nadie confía en nosotros", dijo Byrd-Bennett, "y creo que la única manera en que podemos atacar esa creencia es continuar siendo tan comprometidos como podamos en muchos aspectos de la comunidad."
Barbara predice que el rendimiento de los estudiantes mejorará, la asistencia aumentará y menos estudiantes abandonarán si a su plan de cinco años, se le da continuidad. Afuera del auditorio donde Byrd-Bennett habló, diversos familiares y profesores protestaron por el cierre de escuelas y los recortes presupuestarios de CPS. El sindicato de maestros, CTU dijo que estas importantes decisiones están siendo tomadas por los ricos, la élite de la ciudad, quienes no están centrados en mejorar los intereses de los estudiantes. "Hay algo acerca de estos hombres que usan a niños morenos y de piel de color como accesorios en sus conferencias de prensa mientras que por otro lado, anuncian que van a despedir, suspender o bloquear a sus padres" dijo la presidenta del sindicato, Karen Lewis. Lewis dijo que los despidos de cientos de maestros y el cierre de escuelas están afectando desproporcionalmente a las comunidades afroamericanas. La semana pasada, más de 850 profesores y empleados de Escuelas Públicas de Chicago fueron despedidos. Más de 420 profesores de escuelas que cerrarán han recibido cartas de despido, así como 110 profesores asistentes y 133 ayudantes de autobuses y empleados contratados a tiempo parcial.
