TEXAS – Los efectos de los bajos precios de la gasolina se han hecho sentir de manera negativa después del despido de cientos de empleados de la industria petrolera.
Tan sólo en Texas, General Electric Co. anunció el despido de 720 empleados, incluyendo un recorte de personal de un 45% en la planta Buck Creek en la ciudad de Lufkin.
La compañía dijo que los recortes iniciarán en marzo en un esfuerzo por reducir costos.
Los expertos dijeron que los despidos en ésta y otras plantas petroleras se deben a la alta producción de crudo y el descenso en el precio del mismo, el cual llegó a $49.57 por barril este lunes, más de un 50% menos que el precio registrado en junio, 2014.
Por su parte, los trabajadores de nueve refinerías de petróleo del país se encuentran en huelga luego de que se venciera el plazo de negociación de un nuevo contrato.
El sindicato de trabajadores de United Steel, el cual representa a miles de empleados de refinerías de Texas, buscaba negociar un acuerdo de tres años con Shell que incluiría aumentos salariales y mejoraría las condiciones de seguridad de los empleados, entre otras cuestiones.
Los trabajadores se manifestaron en huelga desde este sábado por la medianoche, después de no firmarse un acuerdo con Shell, compañía que representa a la industria petrolera.
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Aunque ésta ha sido considerada la primera huelga a gran escala desde 1980, los expertos aseguraron que no es lo suficientemente grande como para causar un gran aumento en los precios del combustible.
Los analistas indicaron que los conflictos en el Medio Oriente podrían ser los causantes de un mayor aumento en la gasolina.
