Panetta: Marca y presión

KABUL - El secretario de Defensa estadounidense Leon Panetta presionó este jueves a Pakistán a que haga más para erradicar a la red terrorista Haqqani vinculada a al-Qaida de su territorio, afirmando que los funcionarios estadounidenses están "llegando al límite de nuestra paciencia".

El grupo se ha atribuido la responsabilidad de varios ataques a objetivos estadounidenses, inclusive un ataque el año pasado contra la embajada estadounidense y las instalaciones de la OTAN en Kabul, habiéndose convertido quizás en la mayor amenaza contra la estabilidad de Afganistán.

Estados Unidos ha enviado miles de millones de dólares en asistencia a Islamabad por su respaldo para combatir a los milicianos islamistas.

El secretario de Defensa estadounidense hizo las declaraciones en una conferencia de prensa con su homólogo afgano Abdul Rahim Wardak después de dos días de acres comentarios sobre Pakistán.

Panetta llegó el jueves a Afganistán para examinar el progreso en la guerra y discutir los planes para la retirada de las tropas norteamericanas, en momentos en que aumenta la violencia en el sur.

En su cuarto viaje a la zona de guerra, Panetta admitió el incremento de los ataques que los milicianos parecen estar mucho más organizados. Pero insistió en que el nivel general de la violencia ha bajado, y que los comandantes habían esperado el alza.

A su llegada, Panetta dijo que quería recibir una evaluación de la situación de boca del principal comandante estadounidense, el general John Allen, y ver cuán confiado se siente éste sobre la capacidad de la OTAN de confrontar las amenazas tanto del Talibán como la red Haqqani, que a menudo opera desde bases en Pakistán.

"Pienso que es importante asegurarnos de que entendemos el tipo de ataques que ellos van a lanzar ... cuando entramos en el verano", le dijo Panetta a reporteros que viajaban con él en una escala en Nueva Delhi, India.

Panetta llega a Kabul apenas un día después que tres atacantes suicidas hiciesen estallar sus explosivos en un mercado en el sur de Afganistán, matando a 22 personas e hiriendo al menos a otras 50. En el este, en tanto, funcionarios afganos y residentes dijeron que un ataque de la OTAN antes del amanecer dirigido contra milicianos extremistas mató a civiles que celebraban una boda, incluyendo niños. Un portavoz de la OTAN dijo que la alianza no tenía informes de civiles muertos en una operación.

Allen tiene que retirar 23,000 soldados estadounidenses para el final de septiembre, dejando 68,000 militares en el país. Funcionarios ha dicho que el grueso de los 23,000 probablemente no saldrán hasta poco antes del plazo.

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