Obama abre las puertas

MIAMI - El presidente Barack Obama reveló este jueves un plan para fortalecer el turismo en Estados Unidos que tiene como uno de sus principales protagonistas a Brasil. Su objetivo: acelerar y facilitar el proceso de otorgamiento de visas para que más brasileños lleguen a territorio estadounidense.

La Casa Blanca estima que incrementando el turismo se crearán más de un millón de empleos en el país en la próxima década y se fortalecerá la economía nacional.

La iniciativa de Obama —incluida en una orden presidencial— busca aumentar el turismo de todo el mundo, pero incluye también un plan piloto en el que sólo participan Brasil y China, dos de las economías emergentes con mayor proyección y cuyas clases medias está previsto que crezcan un 274% y un 135%, respectivamente.

"Más y más gente de estos países que no podían venir antes a Estados Unidos, ahora puede, y esperamos que los próximos cuatro años los turistas que llegan de estos países se incremente a más del doble", dijo el mandatario refiriéndose a China, Brasil e India.

"Queremos que gasten más aquí en Orlando y Florida, en Estados Unidos, lo que fortalecerá más nuestros negocios y nuestra economía", agregó.

El presidente efectuó su anuncio en una visita especial al parque temático Magic Kingdom de Walt Disney World, en las inmediaciones de la ciudad de Orlando, en el área central del estado.

El plan fue revelado dos meses después que empresarios del sector turístico le solicitaron a Obama agilizar la tramitación de visas para fortalecer el sector.

La industria turística de Estados Unidos resultó fuertemente afectada tras los ataques terroristas de septiembre del 2001. De acuerdo con fuentes empresariales, el país tenía una participación del 17% en el mercado global de pasajeros en el 2000, que cayó a partir del 2001 y en el 2010 fue del 12%.

El turismo representó el 2,7% del producto bruto nacional estadounidense y empleó a cerca de 7,5 millones de personas en el 2010, de acuerdo con información oficial.

Las autoridades estiman que por cada 65 turistas que llegan al país, se puede crear un puesto de trabajo relacionado con la industria de viajes y turismo.

El viaje de Obama a Florida constituyó un intento de la Casa Blanca y su campaña de reelección por restar atención a los aspirantes republicanos que compiten por la nominación presidencial de su partido en las primarias estatales del 31 de enero.

Aunque Obama ganó en Florida en el 2008, el estado es uno de los principales objetivos de los republicanos en las elecciones de noviembre. Florida apoyó en dos ocasiones al republicano George W. Bush, y le otorgó los votos electorales definitivos en la reñida elección del 2000 que se decidió tras un reconteo de 36 días.

El turismo es un componente clave de la economía en ese estado, que ha sido golpeado por un desempleo del 10% y galopantes ejecuciones hipotecarias.

La oposición republicana calificó la visita como un evento de su campaña electoral.

"El presidente puede hablar sobre turismo desde la Casa Blanca. Nosotros también queremos más turistas en Florida y que la economía crezca, pero el presidente usa cada oportunidad para su campaña electoral", dijo el presidente de la Conferencia Nacional Republicana, Reince Priebus, durante una conferencia telefónica con periodistas.

"¿Por qué no fue a Misisipí, Alabama o Texas? Va a Florida porque es un estado crucial" en la elección presidencial, agregó.

En promedio, los brasileños gastan más de 5.000 dólares por persona en cada viaje y en el año fiscal 2011 —comprendido entre octubre del 2010 y septiembre del 2011— más de 800.000 brasileños recibieron visas estadounidenses.

En el caso de China, las visas otorgadas fueron más de un millón.

Entre las medidas incluidas en el plan piloto figuran el aumento del 40% de la capacidad de procesamiento de visas de no inmigrantes en Brasil y China.

Las autoridades buscarán también procesar las solicitudes de visa en un período no mayor a tres semanas desde que las reciben. En la actualidad pueden pasar meses.

En el caso de Brasil, el programa piloto facilitaría por ejemplo el trámite de renovación de visas para que las personas que aún la tienen vigente no necesiten acudir a una entrevista con funcionarios estadounidenses, ahorrando así tiempo. Lo mismo aplicaría para los menores de edad o los ancianos.

La Casa Blanca espera que decenas de miles de brasileños y chinos resulten beneficiados con estas medidas.

Algunos turistas brasileños como Lilian Lara y Lindbergh Souza acogieron felices los cambios en los procedimientos de otorgamiento de visas para su país mientras caminaban por las calles de Disney algunas horas antes de que Obama hablara.

"Va a mejorar mucho las cosas", expresó Lara, una estudiante de 22 años oriunda de Sao Paulo que está haciendo una pasantía en el parque durante el verano de su país.

Souza explicó que el proceso para obtener una visa era costoso (500 dólares), y consumía tiempo, especialmente para los brasileños que no viven cerca de los consulados en Río de Janeiro y Sao Paulo.

"Todo el proceso me llevó seis meses", manifestó Souza, que estaba contento con los esfuerzos del presidente de acelerar el proceso de otorgamiento de visas para brasileños y chinos.

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