Obama habla de Ferguson e inmigración

El presidente Barack Obama estuvo en Chicago para dar impulso a su acción ejecutiva sobre inmigración justo antes del Día de Acción de Gracias.

Antes se refirió a la violencia que explotó el lunes en Ferguson, Missouri, tras la decisión de un gran jurado de no encausar al agente blanco Darren Wilson quien baleó mortalmente al adolescente afroamericano Michael Brown.

Obama condenó a quienes quemaron negocios y automóviles en Ferguson.

"Quienes cometen actos de violencia, deberán enfrantar cargos", señaló Obama.

Aseguró que "no hay excusa" para los "actos destructivos".

Obama indicó que ese malestar social "está enraizado en realidades" que datan de tiempo atrás y aplaudió las manifestaciones pacíficas.

El presidente se reunió con líderes comunitarios de Chicago como parte de un esfuerzo por defender y promover su decisión de pasar por alto al Congreso y tomar medidas amplias para proteger de la deportación a millones de inmigrantes que viven sin autorización en el país.

Entre otros, Obama se reunió con Juan Salgado, presidente del Instituto del Progreso Latino, una organización que se enfoca en la educación. También estuvo presente Alejandro Silva, propietario de Evan’s Food, la empresa hispana más grande de Chicago.

El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, apoyó la acción ejecutiva de Obama.

"Desde hace meses nos hemos estado preparando para el alivio administrativo y estamos comprometidos a hacer de Chicago el modelo que alcanza cifras récord de inmigrantes que aprovechan esta oportunidad", dijo Emanuel.

Por su parte, el representante federal por Illinois, Luis Gutiérrez, reiteró su compromiso por apoyar la acción ejecutiva de Obama.

"Desde el alcalde para abajo, estamos comprometidos a hacer que la acción ejecutiva de inmigración del presidente funcione en Chicago y hemos trabajado con el clero, escuelas, universidades, grupos empresariales y comunitarios para preparnos", dijo Gutiérrez.

Obama habló en el Centro Cultural Copérnico, ubicado al noroeste de la ciudad, en una zona donde vive un gran número de inmigrantes polacos.

Obama dijo que la contribución que hace a Estados Unidos un amplio mosaico de inmigrantes ayuda a justificar las medidas que tomó para proteger a los trabajadores que viven sin permiso legal en el país.

Obama defendió las acciones que anunció la semana pasada y pidió a los republicanos del Congreso aprobar una reforma migratoria integral. Su decisión enfureció a los republicanos que lo acusan de sobrepasar su autoridad como presidente.

Obama citó estudios que muestran que los inmigrantes abren una cuarta parte de todas las nuevas empresas en Estados Unidos y que 40% de las compañías en la lista Fortune 500 fueron fundadas por inmigrantes o sus hijos.

"Al ser una nación de inmigrantes nos da gran ventaja empresarial sobre otras naciones", dijo.

La Casa Blanca está tratando de ampliar el atractivo a las medidas migratorias más allá de la población predominantemente latina que presionó para el alivio.

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