El agobiante calor ha hecho sentir sus efectos en el pavimento de algunas calles de Chicago. El miércoles, el asfalto se levantó en ciertos tramos de la avenida Ashland y de la calle Hubbard, por lo que tuvieron que ser cerradas al tráfico vehicular.
Lo mismo ocurrió en una porción de Columbus Drive, a la altura de la calle Roosevelt, en el centro de la ciudad. Inmediatamente las autoridades ordenaron el envío de trabajadores municipales para reparar el pavimento.
Afortunadamente, a pesar del pronunciado relieve, no se han reportado accidentes de tránsito.