Motín carcelario en Honduras deja 13 muertos

TEGUCIGALPA - El Gobierno de Honduras confirmó la muerte de al menos 13 reos en una cárcel, al parecer durante una riña, al tiempo que el obispo auxiliar de San Pedro Sula, Rómulo Emiliani, inició gestiones para restablecer el orden en la penitenciaría.

El secretario de Seguridad de Honduras, Pompeyo Bonilla, señaló a periodistas que no se atreve a dar otra cifra que no sea la de "13 muertos" en el presidio del norte del país porque esa era la información que tenía hasta las 16.00 hora local (22.00 GMT) y dijo que pidió al Fondo Monetario Internacional (FMI) que preste dinero para construir mejores cárceles.

Bonilla no precisó si entre los fallecidos figura uno que fue decapitado durante la riña entre reos que, al parecer, se disputaban el control de la prisión.

Versiones extraoficiales, no confirmadas por la Policía ni por las autoridades penitenciarias, indican que podría haber otros siete reos muertos en una celda de la cárcel de San Pedro Sula, donde este jueves también se registró un incendio que fue sofocado por los Bomberos.

El titular de Seguridad reveló que el obispo auxiliar de San Pedro Sula, Rómulo Emiliani, está trabajando dentro del presidio con sus autoridades para que la situación vuelva a la normalidad o a una "relativa paz".

El presidente hondureño, Porfirio Lobo, dijo en un comunicado que Bonilla fue instruido para atender "la emergencia del penal de San Pedro Sula, donde la prioridad es preservar las vidas de los privados de libertad".

Más temprano, el portavoz de la Policía en San Pedro Sula, Julio Rodas, dijo a los periodistas que el penal estaba "bajo control" de las autoridades, aunque reconoció que las fuerzas de seguridad aún no habían podido ingresar al módulo donde se registró el incendio "para verificar si hay más víctimas".

En 2004 se produjo un incendio en ese mismo penal que dejó 107 reos muertos. El 14 de marzo pasado un incendio en la Granja Penal de Comayagua, centro del país, dejó 361 muertos, incluida una mujer que visitaba a su marido, mientras que en una riña en el penal de La Ceiba, en el Caribe, en abril de 2003, fallecieron 66 presos y tres mujeres, incluida una niña, que eran parientes de reclusos.

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