Monica Lewinsky rompe el silencio

WASHINGTON – Tras años de vivir en el anonimato, la exbecaria de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky, rompió su silencio de más de una década y mediante una carta publicada en la revista Vanity Fair revela cómo se convirtió en un chivo expiatorio para salvarle el pellejo a Bill Clinton tras el escándalo que acabó por completo con su vida.

Lewinsky, ahora de 40 años de edad, narra detalladamente como tuvo que superar sus inclinaciones suicidas y desmiente el rumor de que los Clinton compraron su silencio. Ésta, sin embargo, admite que declinó decenas de ofertas valoradas en más de 10 millones de dólares porque asegura eso hubiera implicado lucrarse de su desgracia.

Además, Lewinsky insiste en que su relación con el presidente Bill Clinton en 1998 fue "consensual", aunque agregó que "lamenta profundamente lo ocurrido".

"Desde luego, mi jefe se aprovechó de mí, pero me mantendré siempre firme en este punto: fue una relación consentida. Cualquier abuso vino posteriormente, cuando se me convirtió en un chivo expiatorio para proteger su poderosa posición", señaló Lewinsky.

En él, subrayó que lamenta "profundamente lo ocurrido entre el presidente Clinton" y ella: "Déjenme decirlo de nuevo. Yo. Misma. Lamento Profundamente. Lo. Ocurrido", dijo.

La revelación de la relación extramatrimonial de Bill Clinton con una becaria en la Casa Blanca supuso uno de los mayores escándalos políticos recientes en EEUU y llevó a que el entonces presidente estadounidense fuese sometido a un juicio político que casi se salda con su salida de la Presidencia.

Lewinsky, después de unos años de depresión, trató de sacar partido a la publicidad recibida con el lanzamiento de una línea de bolsos con su nombre y la aparición en varios programas televisivos.

Pero en 2005 decidió irse de EE.UU. para estudiar en Inglaterra en la prestigiosa London School of Economics, donde se graduó en psicología social, y desde entonces ha tratado de rehacer su vida alejada de los medios de comunicación.

Sin embargo, considera ahora que "ya es hora de dejar de husmear" en su pasado "y en el futuro de otras personas".

"Estoy decidida a tener un diferente final a mi historia. He decidido, finalmente, sacar la cabeza de mi parapeto de modo que pueda retomar la narrativa y dar un propósito a mi pasado. (Lo que me vaya a costar, lo descubriré pronto)", remarcó.

Lewinsky, que tras su etapa londinense ha vivido en Nueva York, Los Ángeles y Portland (Oregón), reconoció haber "permanecido virtualmente recluida pese a haber sido inundada con solicitudes de entrevistas" y haber "rechazado ofertas" que le habrían hecho ganar millones de dólares.

En 2008, evitó cualquier tipo de comentario o aparición pública debido a las elecciones presidenciales en marcha, y la carrera por la candidatura presidencial demócrata de Hillary Clinton.

"Pospuse varios proyectos en medios de comunicación en 2012 hasta el final de las elecciones. Y recientemente me he encontrado acobardada de nuevo, 'temerosa de convertirme en un tema' en el caso de que Hillary Clinton decida lanzar su campaña. ¿Pero debo poner mi vida en suspenso por otros 8 o 10 años?", agregó en el artículo, cuya versión íntegra aparecerá el 8 de mayo.

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