La crisis salarial llega al Pentágono

CAROLINA DEL SUR — Los presentes se sorprendieron y emitieron un chiflido leve cuando el secretario de Defensa, Chuck Hagel, anunció que para el año entrante podrían continuar las licencias sin goce de sueldo y que la situación podría ponerse peor en el sector militar. Las licencias sin goce de sueldo ya han redundado en un recorte salarial de 20% para la mayoría de los empleados civiles del sector militar. "Esta es la realidad de las cosas", expresó Hagel ante unos 300 empleados del Departamento de Defensa, en su mayoría civiles de mediana edad, reunidos la semana pasada en la sala de recepciones de la Fuerza Aérea en una base militar en Charleston. También existe la posibilidad de futuros despidos entre la fuerza laboral civil del departamento, que alcanza más de 800,000 empleados, dijo Hagel, si el Congreso no frena las reducciones de recursos el próximo año fiscal, que comienza el 1 de octubre. Tras la primera licencia sin goce de sueldo en el Departamento de Defensa y dentro de tres jornadas de visita a miembros del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y el Cuerpo de Infantes de Marina, Hagel asumió el papel nada envidiable del mensajero ante una fuerza laboral frustrada y temerosa que afronta la inevitabilidad de una contracción salarial al cabo de más de una década de guerra que ha sido constante y costosa. Esta limitación fiscal también expone la necesidad políticamente impopular, pero quizá obligada, de someter y poner a tono los enormes costos militares con la mayoría del resto de la ciudadanía estadounidense, que durante años ha afrontado las dificultades económicas. "Todos se preparan para el impacto", dijo el sargento maestre del Ejército, Trey Corrales, después de que Hagel conversara con soldados durante una escala rápida en Fort Bragg, Carolina del Norte. La esposa de Corrales, empleada civil en el Departamento de Defensa, figura entre las afectadas con licencias sin goce de sueldo. La pareja ha cancelado su servicio de televisión por cable y ambos comenzaron a compartir el vehículo a fin de ahorrar dinero. Las licencias sin goce de sueldo han afectado a unos 650,000 empleados civiles pero también disminuyeron la atención de salud y otros servicios para el personal no uniformado del estamento militar, el cual ha suspendido algunas misiones de adiestramiento y afronta escasez de equipo debido a déficits presupuestales. Este mes se comunicó a los soldados que ya no recibirían paga extra si se les destaca en 18 ex lugares complicados en el mundo que ya no sean consideradas zonas de peligro. El número de efectivos afronta una reducción y sólo el Ejército ha anunciado que recortará a 80,000 elementos de sus filas en los próximos cinco años.

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