Vida turbia del asesino de Santa Monica

SANTA MONICA-- La madre del hombre que mató a tiros a cinco personas durante un caótico episodio de violencia la semana pasada dijo que el padre del individuo la amenazó de muerte por lo menos dos veces durante su conflictivo matrimonio, según documentos judiciales obtenidos por The Associated Press. En una solicitud temporal de alejamiento presentada en 1998, Randa Abdou, la madre del individuo, John Zawahri, dijo que su esposo le dijo en una ocasión: "Si tuviera un arma se acabaría todo". Abdou también dijo que su esposo había amenazado con llevarse a sus dos hijos a Canadá y en una ocasión la golpeó y le robó joyas, su bolso y los documentos del divorcio que había comenzado a llenar. Las autoridades dicen que Zawahri, de 23 años, mató a tiros a su padre, Samir Zawahri, de 55 años, y a su hermano mayor Christopher, de 24, y dejó la casa en llamas el viernes antes de abrir fuego contra personas que se desplazaban en automóviles, contra un autobús y en el Santa Mónica College durante 15 minutos de violencia descontrolada. La Policía dijo que el ex alumno de esa institución estaba fuertemente armado y llevaba una bolsa con 1,300 municiones cuando los agentes lo abatieron a tiros en la biblioteca del recinto universitario. Abdou acortó una visita a su familia en Líbano y regresó el domingo a Los Angeles, donde habló con los investigadores, quienes esperan que pueda ofrecer alguna pista sobre las razones de la violencia. La vecina Beverly Meadows dijo que Abdou le contó el lunes por teléfono que estaba de duelo y preocupada por los afectados. "Ella está en un estado muy frágil ahora, y ya no tiene a nadie", dijo Meadows. Abdou no ha hablado con los medios de comunicación. "Por favor, respeten que esta mujer está devastada", dijo Meadows. "Ella está totalmente abrumada y no sabe qué hacer. Siente que lo único que ha hecho es llorar... Ella cree que quizás debiera haber hecho algo". Los investigadores están tratando de determinar si los problemas de la familia tuvieron alguna influencia en la masacre. Las autoridades están siguiendo la pista a las armas para determinar quién es el dueño y Zawahri tenían tantos proyectiles, calculados en 1,300. El lunes, el jefe de la policía universitario, Albert Vásquez, identificó a la quinta víctima, Margarita Gómez, de 68 años, residente de Santa Mónica. La mujer no estudiaba en el recinto pero era conocida por recoger desechos reciclables. Le dispararon fuera de la biblioteca. La escuela abrió sus puertas el lunes para los exámenes finales y para permitir que los alumnos que huyeron recuperaran sus mochilas, autos y otras pertenencias. En el recinto había guardias de seguridad adicionales y asesores psicológicos a la mano pero la biblioteca seguía cerrada. Para el lunes por la noche se había planeado una vigilia frente a la biblioteca. Kelly Williams, de 19 años, dijo que se sentía nerviosa de ir al recinto para tomar su prueba final de psicología, pero se sintió más tranquila cuando vio un auto patrullero estacionado en el lugar. "Da miedo porque acaba de suceder y una no sabe si va a pasar otra vez", afirmó la estudiante. Kurtis Takmura, de 20 años, dijo que se dirigía en su vehículo al recinto el viernes con el fin de estudiar para el examen final de historia cuando recibió un mensaje de la escuela que se mantuviera alejado del recinto. "Yo pensé, vaya, es la segunda vez que pasa en el mismo semestre", dijo Takmura, que vive en Torrance, al recordar un mensaje similar durante un incidente en mayo sobre una amenaza telefónica. Los investigadores aún están tratando de determinar qué provocó el ataque de Zawahri y si padecía alguna enfermedad mental. Los padres de Zawahri se casaron en 1985. El padre mudó la familia al vecindario de casas pequeñas y edificios de apartamentos junto a la carretera interestatal 10 a mediados de la década de 1990, según los registros de la propiedad. Cuando Zawahri tenía 9 años, su madre solicitó una orden judicial para impedir que el padre se le acercara. En el documento de 1998, Randa Abdou dijo que ella partió del Líbano para reunirse con su esposo en Estados Unidos cinco años después de casarse y que "desde entonces habían tenido problemas matrimoniales". La mujer declaró que su esposo, del que estaba separada, pero no divorciada, era "controlador y verbalmente abusivo". Agregó que tenía miedo de que él hiciera algo "drástico porque parece estar cada vez más furioso y frustrado con la separación".

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