Migran a EEUU por rumores de asilo

REYNOSA, México -- La mujer hondureña está desesperada por saber si son ciertos los rumores de que podrá quedarse a vivir en Estados Unidos porque lleva consigo a su hijita de 2 años.

En un albergue para inmigrantes al otro lado de McAllen, Texas, Jennys Aguilar Cárdenas, de 27 años, y otras mujeres han escuchado rumores de que a las madres con bebés se les deja en libertad, y de que a los niños se les permite reunirse con sus familiares en Estados Unidos.

Como el juego del "teléfono descompuesto", la voz se va corriendo y se va distorsionando cada vez más, dando esperanzas falsas a los migrantes que arriesgan sus vidas para cruzar la frontera con sus hijos pequeños a fin de huir de la pobreza y de la inseguridad en sus países.

En realidad, no hay cambio alguno en la ley de inmigración para menores o padres. Pero en la práctica, la cantidad de familias con niños que entran ilegalmente en Estados Unidos desde Centroamérica es tan grande que no hay lugar donde alojarlos durante su proceso.

En el único albergue para familias del país, una sede en Pennsylvania con capacidad máxima para 85 personas, a los migrantes simplemente se les deja ir con órdenes de acudir a una oficina de inmigración en una fecha posterior.

No se sabe a ciencia cierta cuántas personas están acatando la orden. Un portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas dijo que la agencia no poseía los números.

Pero a medida que corre el rumor en Honduras, Guatemala y otros países, empleados del albergue y agentes de la Patrulla Fronteriza han visto un aumento en la cantidad de padres migrantes que intentan ingresar a Estados Unidos con sus hijos.

El Departamento de Seguridad Nacional no ha divulgado cuántas de las llamadas "unidades familiares" ha procesado este año. Las autoridades, sin embargo, sí han reportado un aumento significativo de los niños que son detenidos tratando de cruzar la frontera sin ningún adulto que los acompañe.

Agentes de la Patrulla Fronteriza en el extremo sur de Texas, al frente de Reynosa, detuvieron a más de 160.000 migrantes entre octubre de 2013 y mayo de 2014, un aumento de aproximadamente 70% en comparación con el mismo período el año previo.

Casi una tercera parte de los detenidos - 47,000 - eran niños que viajaban solos. La semana pasada el presidente Barack Obama calificó el fenómeno como "una situación humanitaria de gran urgencia" y pidió al Congreso fondos adicionales para alojar a los pequeños en dos bases militares.

El aumento en las detenciones ocurre en momentos en que Obama está bajo intensa presión política, no sólo para reformar las leyes de inmigración, sino para reforzar la frontera. Legisladores republicanos han dicho que el aumento de niños migrantes se debe a la falta de voluntad para vigilar bien el área fronteriza. La Patrulla Fronteriza reconoce que dejar en libertad a las familias origina inconvenientes, y en un documento del 30 de mayo el subdirector Ronald Vitiello destacó que tales medidas equivalen a "incentivos para que otros hagan lo mismo".

Aguilar, madre soltera con cuatro hijos, trató de ingresar a Estados Unidos sola el año pasado. Apenas alcanzó a cruzar el Río Bravo antes de ser atrapada y enviada de regreso a Honduras. Esta vez, trajo a su hija menor, Keillin Mareli, en la travesía de 1,400 millas viajando a pie y sobre trenes de carga hasta llegar a Reynosa, donde espera encontrar a alguien dispuesto a ayudarles a cruzar la frontera de forma gratuita.

"Decidí irme con mi hija para que tal vez me den así la oportunidad de poder sacar adelante a ellos (sus hijos)", dijo mientras la niña jugaba con un oso de peluche blanco decorado con estrellas como las de la bandera estadounidense.

En otro albergue en Reynosa, una madre hondureña, Sandra Calidono, dijo que también ha escuchado historias vagas de que Estados Unidos ofrece asilo político a los niños.

"Casi todas las familias de Honduras, porque se dio este comentario, estamos emigrando", dijo mientras observaba a su hija de tres años jugar con un niño aún más pequeño.

Calidono no logró conseguir empleo en Honduras y estaba ansiosa por escapar de una oleada delictiva que convirtió a Honduras en uno de los países más violentos del mundo. La tasa de homicidios del país de 90,4 por cada 100.000 habitantes supera más de 15 veces el promedio global.

Con un futuro oscuro para los niños en su país natal, los migrantes desean realmente creer los rumores de libertad para niños y sus familias.

"No resulta extraño que cuando uno se encuentra en una situación desesperada necesite creer lo que uno desea creer", dijo Stacie Blake, directora de relaciones gubernamentales y comunitarias del Comité de Estados Unidos para Refugiados e Inmigrantes. "En este caso, esa no es la realidad".

Con su pequeña Perla, Calidono espera cruzar la frontera tan pronto como consiga el dinero para pagar un guía. Luego se reunirá con un hermano que vive en Carolina, pero no sabe si en la del Norte o la del Sur. De cualquier forma, lo que ha escuchado es que la vida allá es mejor.

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