George Ryan, ex gobernador de Illinois, fue liberado el miércoles de una prisión federal tras cumplir más de cinco años por corrupción.
Ryan, de 78 años, salió de la cárcel de Terre Haute, Indiana, cinco meses antes de concluir su condena completa después de que cumplió los requisitos para ser enviado a un centro de rehabilitación.
El republicano Ryan no se detuvo para hablar con los reporteros antes de entrar al Centro Freedom del Ejército de Salvación en la zona oeste de la ciudad cuando aún era de noche. Al salir de la prisión fue acompañado por su abogado, el también ex gobernador Jim Thompson, quien dijo que Ryan habló durante el trayecto en automóvil de lo bien que se sentía estar libre.
"Hoy es otro paso en el largo viaje de George Ryan", expresó Thompson a los numerosos reporteros reunidos frente a la instalación.
Sin embargo el “viaje” llegó a su fin, a solo horas de haber ingresado al centro de rehabilitación.
Poco antes de las 11am del viernes, Associated Press confirmó que Ryan dejó el centro de rehabilitación y se encuentra de vuelta en Kankakee. Movimientos de este tipo no son sin precedentes, sin embargo, la velocidad con la que Ryan fue trasladado fue inesperada.
La liberación de Ryan significa que Illinois ya no sufre de la dudosa distinción de tener a dos ex gobernadores tras las rejas a la vez. El sucesor de Ryan, Rod Blagojevich, es ahora el único ex gobernador de Illinois que queda preso. El demócrata cumple una condena de 14 años por corrupción en una prisión federal de Colorado.
Un jurado condenó a Ryan en el 2006 de asociación para delinquir, estafa fiscal y hacer declaraciones falsas al FBI. Los jurados concluyeron que Ryan había desviado actividades de negocios estatales a personas de confianza cuando era secretario de Estado y después como gobernador a cambio de vacaciones y regalos. También fue acusado de detener una investigación a empleados estatales por aceptar sobornos para entregar licencias de conducción para camiones.
Ryan llamó la atención nacional como gobernador cuando consideró que las leyes de pena capital de Illinois tenían problemas graves y vació las galeras de la muerte en 2003. Eso relanzó un debate nacional y llevó al estado a abolir la pena capital en 2011.
