Emanuel quiere limitar compras de refrescos

El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, se ha unido a los alcaldes de otras 17 ciudades, incluyendo Nueva York y Los Angeles, para combatir la obesidad estableciendo limitantes al uso de subsidios para comprar bebidas azucaradas.

El grupo de alcaldes está presionando para limitar el uso de los programas de cupones de comida para comprar refrescos y otras bebidas azucaradas. En una carta enviada el martes a los líderes del Congreso, los alcaldes dicen que es "tiempo para probar y evaluar métodos que limitan" el uso de cupones de alimentos para este tipo de bebidas.

"Tenemos que encontrar formas de fortalecer el programa y promover la buena nutrición y a la vez limitar el uso de estos recursos para los artículos sin valor nutritivo, como las bebidas azucaradas, que en realidad son dañinas para la salud", dijo el alcalde Michael Bloomberg en un comunicado. "¿Por qué debemos de seguir apoyando compras no saludables bajo el falso nombre de asistencia nutricional?".

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos rechazó una petición similar en el 2010.

Las otras ciudades cuyos alcaldes firmaron la carta son Baltimore, Boston, Louisville, Kentucky, Madison, Wisconsin, Minneapolis, Newark, NJ, Oakland, California, Filadelfia, Phoenix, Portland, Oregon, Providence, RI, Salt Lake City , San Francisco, St. Louis y Seattle.

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos,que se encarga de operar el programa de cupones de comida, se negó a comentar sobre la carta del martes.

En el pasado, la asociación de bebidas “American Beverage Association”, ha enfrentado a Bloomberg, diciendo que las bebidas azucaradas no deben de ser señaladas como una de las causas de la obesidad. Diciendo también que la obesidad "es un problema de salud complejo que afecta a los estadounidenses de todos los niveles de ingresos".

El año pasado, más de 47 millones de estadounidenses usaron cupones de comida, conocido técnicamente como el Programa Federal de Asistencia de Nutrición Suplementaria.

Los beneficiarios del programa no pueden comprar alcohol, cigarrillos, comida caliente y algunos otros artículos. Las propuestas para evitar el uso del beneficio para comprar refrescos, dulces y otros artículos considerados insalubres se han considerado durante décadas, sin embrago, los oponentes dicen que tales restricciones serían paternalistas y podrían desalentar a las personas necesitadas de obtener los subsidios.

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