HOUSTON – Una jueza federal frenó este miércoles la ejecución de Tommy Sells, el confeso asesino en serie de más de 70 personas y de Ramiro Hernández, que estaban prevista para este jueves y para el miércoles de la próxima semana.
El argumento de la magistrada es que las autoridades penitenciarias en Texas deben revelar el nombre del proveedor de la droga utilizada para llevar a cabo las ejecuciones.
Las autoridades han rehusado revelar el nuevo proveedor ante la posibilidad de que se presenten amenazas.
La decisión, sin embargo, fue apelada por el Departamento de Justicia Criminal de Texas ante la Corte 5ta Criminal de Apelaciones del Circuito, por lo que se podría producir una decisión en las próximas horas.
Los abogados de Sells han insistido en que deben conocer el nombre de la farmacéutica que elabora la droga con el fin de certificar la calidad del compuesto químico.
A esta petición se sumó la defensa de Hernández, natural del estado de Tamaulipas, y quien fue acusado del homicidio de un hombre en Kerville (Texas) en 1997.
Los abogados de Hernández han alegado la falta de un juicio justo contra Hernández, de quien ehan argumentado está incapacitado mentalmente.
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Porsu parte, Sells es conocido en el mundo criminal como “el asesino de costa a costa” y quien en una entrevista televisiva confesó haber cometido más de 70 asesinatos.
Sin embargo, Sells fue condenado a la pena de muerte por el asesinato de Kaylene Harris, una adolescente de 13 años a quien la degolló el 31 de diciembre de 1999 en un ataque en la casa tráiler donde dormía junto con una amiga, Krystal Surles, quien sobrevivió al ataque, en un área al oeste de San Antonio (Texas).
Fue precisamente Kurles quien identificó a Sells como el atacante, cuyo testimonio lo llevó a prisión y a ser condenado a la pena de muerte. Sells fue arrestado en el año 2000.
En el 2003, Sells aceptó haber estrangulado Mary Bea Pérez, una niña de nueve años en San Antonio (Texas). Dos años después aceptó la muerte en 1987 Suzanne Korcz, una peluquera de un suburbio de Buffalo, Nueva York.
Sells nació en Oakland (California) y trabajó como barbero, mecánico y operador de máquinas de carnaval. En su momento confesó haber cometido su primer asesinato a los 16 años.
Investigadores creen que está vinculado a crímenes en Missouri, Illinois, Oklahoma, Kentucky, Tennesse, West Virginia, Arizona, Nueva York y Nevada, entre otros estados.
