En duda salud mental de Casey

ORLANDO, Florida - La madre de Florida que fue absuelta el año pasado por el asesinato de su hija de 2 años tenía problemas mentales que contribuyeron a su hábito de mentir, dijo el fiscal principal en el caso en un nuevo libro.

En "Presumed Guilty, Casey Anthony: The Inside Story", José Báez dijo que los detectives debieron darse cuenta de que Casey Anthony había construido un mundo de fantasía y que sus mentiras no eran evidencia de su culpabilidad, sino signos de alguien con "problemas graves de salud mental".

El libro será publicado el 3 de julio y The Associated Press compró un ejemplar el martes.

Anthony cumple una condena a libertad condicional por un cargo no relacionado en una locación no revelada en Florida y no pudo ser localizada para conocer su opinión sobre el libro.

El título describe cómo Anthony hizo que los detectives emprendieran una búsqueda infructuosa e incluso los llevó a Universal Studios donde afirmó falsamente que tenía un empleo. Los detectives "debieron detenerse y decir 'un momento, no estamos ante alguien que nos está diciendo la verdad'", escribió Báez.

Anthony le dijo en un principio a los detectives que su hija Caylee fue robada por una niñera en junio de 2008 y que no reportó su desaparición por más de un mes porque la estaba buscando por su cuenta. Durante el juicio de Anthony el año pasado, Báez argumentó que la niña se había ahogado accidentalmente en la piscina de la familia y que Anthony entró en pánico y escondió el cuerpo por los efectos traumáticos de haber sido víctima de abuso sexual por parte de su padre.

George Anthony negó las acusaciones de la defensa de que había abusado de Casey y ayudado a encubrir la muerte de Caylee.

Los fiscales afirmaban que Anthony sofocó a Caylee con cinta adhesiva porque quería ser libre para ir a los clubs nocturnos y estar con su novio. El jurado absolvió a Anthony de homicidio premeditado, pero la declaró culpable de cuatro cargos por el delito menor de mentir a los investigadores.

Báez sostiene las acusaciones de abuso sexual con detalle en su libro, y afirma que eso contribuyó a los problemas mentales de Anthony. Mark Lippman, abogado de George Anthony, se negó el martes a hacer comentarios sobre el libro porque no lo ha leído.

Báez critica a los reporteros que cubrieron el caso, a los detectives que lo investigaron, a los "fans" que se inmiscuyeron en él y al juez original en el caso que según el autor presentó una queja contra él ante la Barra de Abogados de Florida. La queja fue desechada después.

El caso de tres años también tuvo un costo emocional para Báez, según el libro. Sufrió una depresión después de que presentaron la queja en su contra y no podía alegrarse por el embarazo de su esposa.

Báez también critica la forma en la que fue retratado en los medios como un fiscal inexperto haciéndose cargo de uno de los casos penales más escandalosos en los últimos años en Estados Unidos.

"La gente quizá estaba convencida de que yo era un idiota, pero dejé que todo eso pasara de lado", escribió.

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