Ali Agca, el turco que en 1981 intentó asesinar al papa Juan Pablo II, dice ahora que matar al Sumo Pontífice actual es "muy fácil".
En entrevista con Radio 24 de Italia y para el programa La Zanzara, Agca dijo: "Si alguien quisiese podría hacerlo muy fácilmente. Pero no le importa a nadie. El papa Francisco es un simple párroco de provincia".
Sus comentarios podrían estar basados en las pocas medidas de seguridad que el papa Francisco ha tomado desde su nombramiento, rompiendo algunas tradiciones de protección de sus predecesores.
A raíz del ataque terrorista de hace 33 años, el papa Juan Pablo II empezó a utilizar un vehículo blindado, tradición que el papa Benedicto XVI continuó. Sin embargo, el argentino Jorge Mario Bergolio se ha negado a usar esta protección y complica su seguridad aún más al mantener constante contacto físico con sus seguidores.
Agca hizo un llamado al primer ministro de Italia para que le permitiera regresar al lugar del atentado para “dejar una rosa blanca en señal de reconciliación”, y, con ironía, dijo que podría ir clandestinamente si este permiso no se hace realidad.
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La entrada del ex terrorista a Italia fue vetada luego de estar 19 años en una prisión italiana por atentar en contra del papa polaco, hiriéndolo en la mano, brazo y abdomen.
En el año 2000, Agca fue extraditado a su país de origen, Turquía, donde pagó una condena de 10 años por delitos anteriores. El ex terrorista salió de prisión en el 2010.
