La historia sobre un hombre que denunció a su mujer por haberle dado hijos "feísimos" y que fue noticia en infinidad de medios, circula en realidad por internet desde 2004 y podría no ser cierta.
El Huffington Post y otros medios explican que la nota, acompañada por una fotografía, genera dudas sobre su autenticidad ya que la historia nunca se ha confirmado. Los medios incurrieron en varios errores como primero hablar de una sola hija, a pesar de que en la fotografía aparecen tres hijos.
También, otras informaciones apuntarían a que la fotografía pertence en realidad al anuncio de una clínica de estética. ¿Quién dice la verdad?
Según varios medios, Jian Feng era un hombre extremadamente feliz el día que se casó con su bella esposa y en aquel momento nada hacía presagiar que terminaría traumatizado por la fealdad de sus vástagos y demandando a su mujer por esa razón.
Feng solicitó el divorcio de su esposa por infiel, y no solo eso, sino que además la demandó por "darles hijos extremadamente feos" y le exigió una indemnización de hasta $120,000.
El motivo de esta curiosa demanda no es otra que el engaño que sufrió Feng, por parte de su esposa, antes de casarse.
Ella nunca le reveló que se había sometido a varias operaciones de cirugía y que su aspecto anterior nada tenía que ver con el que tenía cuando se casó.
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Los problemas en el matrimonio vinieron cuando nacieron los hijos, "increíblemente feos, según Feng, quien dice que estaba enamorado de su mujer, antes de descubrir la verdad.
Feng no podía creer que esos niños fueran hijos suyos, así que ni corto ni perezoso la demandó por infiel, pero las pruebas de ADN dieron positivo y fue entonces cuando ella tuvo que confesar porque los hijos salieron así.
La justicia China le ha dado la razón al marido, le ha concedido el divorcio y la indemnización pedida, pero el trauma de definir a su propia hija como alguien "increíblemente fea" no se lo quita nadie.
