Al Supremo: el matrimonio homosexual

WASHINGTON - El Tribunal Supremo de Estados Unidos realizará esta semana sendas audiencias sobre el futuro de los matrimonios entre homosexuales, y activistas en ambos lados del debate defendieron sus posturas ante la opinión pública.

Durante programas televisivos, los activistas coincidieron en que el fallo del Tribunal Supremo, previsto para junio próximo, tendrá grandes repercusiones sociales y políticas.

El martes, los nueve jueces del Tribunal Supremo escucharán los argumentos en el caso "Hollingsworth v. Perry", que ha impugnado la Propuesta 8 de California, adoptada en 2008 contra los matrimonios entre personas del mismo género.

Al día siguiente, estudiarán el caso "United States v. Windsor", contra el Acta de Defensa del Matrimonio (DOMA, por su sigla en inglés), promulgada en 1996 por el entonces presidente Bill Clinton y que definió el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. En concreto, el Supremo estudiará la cláusula que deniega más de mil beneficios federales a parejas homosexuales.

"Hay cosas que no deben decidirse con un voto. Hay cuestiones importantes que las familias e individuos deben decidir y la libertad de casarse es una de esas valiosas libertades", dijo Evan Wolfson, presidente del grupo "Freedom to Marry", que apoya los matrimonios gay, en un programa de la cadena CBS.

En el mismo, Tony Perkins, presidente del conservador Family Research Council, y Austin Nimocks, miembro del equipo legal que defenderá la Propuesta 8 en el Supremo, abogaron por los matrimonios convencionales.

Brendon Ayanbadejo, un jugador del popular equipo de fútbol americano Baltimore Ravens, explicó a la CBS que apoya la causa gay desde 2009 porque todo estadounidense "tiene un amigo, familiar o compañero de trabajo homosexual", y todos merecen "un trato equitativo".

"Creo que es simplemente la evolución de los derechos civiles y los derechos por la equidad, y los atletas hacen mucho por cambiar a la sociedad, y esto es algo sobre lo que podemos marcar una diferencia", afirmó.

Para activistas y grupos conservadores se trata de defender la unión entre un hombre y una mujer como la base de la familia tradicional.

Activistas como Gary Bauer, presidente del grupo American Values, se oponen a los matrimonios gay pero consideran que el Supremo debe, ante todo, reafirmar el derecho de cada gobierno estatal de decidir lo que es aceptable.

Es inaceptable que "jueces que no han sido elegidos priven a la gente en los estados de decidir lo que debe ser un matrimonio", se quejó Bauer, en declaraciones al programa "Fox News Sunday".

A su juicio, los progresistas y "las élites" intentan "intimidar y achicar a la gente para que no defiendan el matrimonio entre un hombre y una mujer".

El mes pasado, el Gobierno del presidente Barack Obama pidió al Supremo que revoque "DOMA" por considerar que es inconstitucional porque viola "la garantía fundamental de la igualdad en las protecciones". Recientemente, la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, posible candidata presidencial en 2016, se pronunció a favor de los matrimonios homosexuales.

Aunque el asunto ha causado fisuras dentro del Partido Republicano, Karl Rove, un exasesor político bajo la presidencia de George W. Bush, no descartó que el candidato presidencial del partido para las elecciones de 2016 apoye las uniones gay.

Nueve estados y el Distrito de Columbia, sede de la capital de Estados Unidos, han aprobado los matrimonios gay, pero otros 31 los prohíben.

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