Colombia irá a segunda vuelta electoral

El mandatario Juan Manuel Santos tendrá que enfrentarse en una segunda vuelta presidencial al opositor Oscar Iván Zuluaga, quien ganó el primer pulso electoral este domingo jalonado por la popularidad del expresidente Álvaro Uribe y a pesar de que su campaña se vio envuelta en un escándalo de presunto espionaje.
Analistas consultados por The Associated Press coincidieron que parte de la suerte de la segunda contienda del próximo 15 de junio se definirá por el respaldo o el rechazo de los colombianos a las negociaciones que el gobierno del presidente Santos adelanta en La Habana con la guerrilla de las FARC, proceso con el cual Zuluaga mantiene muchos reparos y de las alianzas que logren los candidatos ganadores con los partidos y políticos derrotados.
Con una diferencia de 489.145 votos, el candidato del partido Centro Democrático, creado por el expresidente Uribe (2002-2010), lideró los comicios celebrados en la jornada, que estuvieron marcados por un abstencionismo del 60%, la cifra más alta desde 1966 cuando resultó vencedor el liberal Carlos Lleras Restrepo.
Con casi el 100% de las mesas escrutadas, Zuluaga suma 3.759.871 votos equivalente al 29,26%, mientras que el primer mandatario tiene 3.300.726 votos, o el 25,68%, según la información suministrada por la Registraduría Nacional del Estado Civil, entidad encargada de adelantar las elecciones.
Jorge Restrepo, el independiente Centro de Análisis del Conflicto, catalogó los resultados de la jornada como "una perfecta polarización entre quienes respaldan el proceso de paz y quienes se han desencantado de él; en últimas, lo de hoy fue el termómetro de un futuro referéndum por la paz".
Las preocupaciones de que los líderes rebeldes no serán castigados por los crímenes que cometieron en la guerra han alimentado la desconfianza en las negociaciones, que se iniciaron después de que una ofensiva militar sin precedentes, respaldada por Estados Unidos a lo largo de la última década, los replegara a la selva, les hiciera perder la mitad de sus tropas y diera de baja a sus principales cabecillas.
Como ministro de Defensa de Uribe y ahora presidente, Santos ha propinado a los rebeldes algunos de los golpes militares más duros. Luego, durante su gobierno decidió iniciar, 18 meses atrás, un proceso de paz con las FARC, que se ha convertido en la pieza central de su campaña.
Zuluaga ha dicho que está a favor de una solución negociada al conflicto si es elegido presidente pero que le daría a los líderes de las FARC, que adelantan las conversaciones de paz en La Habana, una semana para demostrar su compromiso con la paz declarando un cese al fuego unilateral y permanente.
También ha amenazado con asumir una postura más dura con Venezuela. En un debate celebrado la semana pasada dijo que no iba a tener un "silencio cómplice" mientras que el gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reprime las protestas estudiantiles y encarcela a opositores.
Santos ha sido más precavido y ha tratado de no provocar a Maduro pues tiene en mente los amplios lazos comerciales que tienen los empresarios colombianos con los venezolanos y porque prefiere mantener buenas relaciones con otros gobiernos de izquierda de la región para evitar que las conversaciones de paz con las FARC sufran percances.
Zuluaga necesitaba la mitad de los votos más uno para ganar directamente sin tener que ir a una segunda ronda electoral que se celebrará en tres semanas.
Su victoria es sorpresiva pues en la recta final de la campaña la Fiscalía colombiana detuvo a un asesor de su equipo de trabajo, acusado de espionaje, y parecía que el apoyo de los colombianos a su candidatura se erosionaba.
Pero no fue así. Zuluaga surgió como el más duro opositor de Santos de la mano de Uribe.
El analista Restrepo cree que los ataques recibidos por parte de la campaña de Zuluaga en lugar de mermar su fuerza lo catapultaron, al convertirlo ante el electorado en una "víctima" de una "injusta guerra sucia".
Para el analista Pedro Medellín, el gran derrotado de la jornada fue Santos. "La votación de hoy es un castigo claro al gobierno del presidente Santos", dijo. "Muestra una resistencia muy grande de la gente a las propuestas del gobierno. Esto también demuestra que el país no es reeleccionista".
A Santos le pasaron una cuenta de cobro, dice Medellín, por el excesivo centralismo de su gobierno y por el incumplimiento y demora en las ejecuciones de sus proyectos, especialmente en infraestructura.
Según Medellín, el presidente sólo tiene una opción para salir del abismo: "girar hacia la izquierda su gobierno, buscando amarrar los dos millones que sacó (el izquierdista partido) Polo Democrático Alternativo, y buscar captar a los verdes", liderados en la jornada por exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa.
Al conocer el desenlace de los comicios, a candidata por la izquierda, Clara López Obregón, anunció que su colectividad se reunirá este lunes para definir una eventual adhesión a Santos o Zuluaga. Enrique Peñalosa, de la Alianza Verde, y la candidata conservadora Marta Lucía Ramírez, que obtuvo el 15,53% de los votos, también dejaron en suspenso el llamado que harán a sus electores.
El oficialista senador Roy Barreras, del Partido Social de Unidad Nacional o Partido de La U, dijo que el resultado de los comicios le habían caído como un "baldado de agua fría". Advirtió, sin embargo, que los resultados le sirven a La U para "despertar, para sacudirse".
Dijo estar seguro de que en segunda vuelta la situación cambiará toda vez que espera que al presidente Santos lo apoyen los seguidores de la izquierdista López -que obtuvo el 15,23% de los sufragios- y Peñalosa -que sumó el 8,28% de los votos-.
Zuluaga agradeció "a los millones de colombianos que se identifican" con su campaña y al expresidente Uribe, de quien dijo le "devolvió la esperanza al país" durante los ocho años que estuvo en el gobierno.
"El 15 de junio vamos a decidir si queremos continuar con un país cada vez más inseguro o si construimos un país con más seguridad... luchando frontalmente contra el terrorismo, el narcotráfico y el microtráfico", dijo. "Mi compromiso es trabajar por la paz de nuestro país, por una paz seria, responsable y duradera, por una paz justa basada en hechos concretos y voluntad demostrable de terminar con la violencia", agregó.
En tanto, Santos, durante su lacónico discurso, confió que su votación se "multiplicará" en la segunda vuelta. Entre cánticos de "sí se puede", el mandatario felicitó a su más duro rival y lo instó a un dar "un debate con altura" en las próximas semanas.
Dijo, desde su sede de campaña, que en la segunda vuelta los colombianos tendrán dos opciones: respaldar la terminación del conflicto armado o a quienes quieren la guerra sinfín y convocó a los aspirantes que perdieron la contienda a unirse a su campaña para librar lo que denominó "una cruzada por la paz".
Sin embargo, la última encuesta de Invamer Gallup da cuenta de que sólo el 4,7% de los colombianos considera una prioridad que el próximo presidente intente un acuerdo con las guerrillas. El sondeo fue hecho entre el 10 y el 13 de mayo pasado en las principales ciudades del país a 1.784 personas. El margen de error más-menos 3%.
José Obdulio Gaviria, senador electo del Centro Democrático que cofundó Uribe, cree que la victoria parcial de Zuluaga se explica "desde el punto de vista histórico y es que las corrientes políticas no dependen de la publicidad del contrario sino de su propio trabajo. Uribe representa una gran corriente política y los analistas y columnistas siempre quieren desconocer y siempre se van de bruces".

"Aquí hay una realidad y se llama Álvaro Uribe Vélez", enfatizó.

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