BOGOTA – No había pasado un día desde que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aprobó la ley contra ‘conductores borrachos’, que estableció severas sanciones para quienes sean pillados conduciendo un vehículo bajo la influencia del alcohol u otra sustancia tóxica y ya habían sido cogidos con la mano en el licor, al menos, 57 personas.
Y es que las nuevas normas, en un país que por años muchos se han burlado de la prohibición tácita de no tomar y manejar, son realmente fuertes.
Si una persona es detenida y se le comprueba que ha ingerido entre 0.04 g/l y 0.10 g/l (0.08 es la medida que se utiliza en Estados Unidos para establecer un DUI), su licencia le será suspendida hasta por tres años, deberá pagar una multa de casi $2,000, deberá realizar trabajo comunitario de 30 horas y el vehículo le será inmovilizado por tres días.
Ahora si ha tomado entre 0.10 y 0.15 g/l, la suspensión de la licencia será de cinco años y la multa subirá casi a $4,000. Y si la celebración implicó más de 0.15 g/l, la multa será de casi $8,000 y se le quitará la licencia de por vida.
Estas sanciones, se aplican si es la primera vez que sucede.
Ahora si una persona es reincidente una vez en ingerir tres o más copas, se le cancelará la licencia por 10 años y la multa llegará casi a los $12,000 y si lo llegan a pillar manejando sin la licencia y vuelve a dar positivo en este mismo grado de consumo de alcohol, la multa llegará casi a los $15,000.
Al aumento de las sanciones pecuniarias, se suman las penales. La pena mínima para una persona que hiera o mate alguien cuando conduzca bajo efectos del alcohol pasará de 2.8 años a 4.4 años y la máxima de nueve a 18 años.
