Consejos imperdibles para madres primerizas

Los primeros años de vida del bebé, especialmente los primeros meses, son de una importancia radical para toda su vida. El vínculo que la madre establezca, la contención que le dé, los cuidados y el amor que le manifieste permanecerán con él para siempre y le ayudarán a ser un niño y un adulto sano y feliz. ¿Qué puedes hacer al respecto? Toma nota de estos consejos.

1. Nadie conoce a tu hijo como tú misma. Eso es una realidad inmodificable. Por lo tanto, sólo tú podrás darle todo lo que él necesita, reconocer y satisfacer sus necesidades. Sólo la madre es capaz de estimular a su hijo para ayudarlo a crecer, a aprender, a conectarse con los demás y a disfrutar la vida. ¿La clave? La piel y el tiempo: acariciarlo, alzarlo, abrazarlo, besarlo… Y pasar mucho tiempo con él.

2. Los recién nacidos no se malcrían por un “exceso” de atención. Cuando llore, intenta descubrir por qué. Muchas veces no hay ningún motivo o es imposible identificarlo. Lo único importante es demostrarle que estás allí, reconfortándolo.

3. Háblale mucho y todo el tiempo. Él reconoce tu voz: estuvo dentro tuyo nueve meses. Escucharte es el mejor antídoto contra cualquier mal. Al hablarle, el niño se siente seguro, se relaja y permite que su cuerpo se desarrolle con normalidad.

4. Está bien contratar una babysitter o dejarlo en una guardería si tienes que salir a trabajar. Lo ideal es que te ausentes no más de media jornada. Siempre explícale antes de irte y cuando regresas lo que haces. Aunque no lo creas, ellos entienden y perciben absolutamente todo.

5. Juega con él. Siéntate en el suelo, ríete, cántale, pasa tiempo haciendo lo que él hace.

6. Uno de los secretos más interesantes para estrechar el lazo madre-hijo es la mirada. Los niños se conectan a través de la mirada. En tus ojos ellos descubren tu amor, entienden lo que les quieres decir, se divierten y aprenden así a utilizar ellos mismos sus miradas para comunicarse.

7. Si sientes que estás teniendo problemas para entablar lazos afectivos con tu bebé, ¡no esperes para obtener ayuda! Habla con el pediatra del bebé tan pronto como te sea posible.

Fuente: Childwelfare.gov

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