Chicago: Más homicidios que en NY y LA

Chicago sigue siendo una de las ciudades más violentas de Estados Unidos, con 171 víctimas mortales durante el primer semestre del año, por encima de Nueva York y Los Ángeles, según cifras oficiales.

Al finalizar junio se contabilizaron nueve homicidios menos que en igual período del año pasado y, según el portavoz policial Marty Maloney, fue el mejor semestre desde 1963.

La última víctima fatal del mes fue un joven de 17 años, abatido por disparos realizados desde una camioneta en marcha este lunes a pocas cuadras del domicilio particular del presidente Barack Obama en Chicago, en el barrio Kenwood.

El Departamento de Policía destacó que los niveles de violencia están muy lejos de los registrados en 2012, cuando hubo 500 homicidios, pero igualmente se contaron 1,103 personas heridas de bala en el semestre.

En el mismo período, Nueva York tuvo 134 homicidios y Los Ángeles 119, según las últimas cifras disponibles. También fue menor la cantidad de víctimas de tiroteos, con 576 y 390 respectivamente.

El superintendente de Policía de Chicago, Garry McCarthy, ha intentado una combinación de estrategias para tratar de reducir la violencia durante los tres años en que ha desempeñado el cargo, pero admitió hoy que los niveles se mantienen altos a pesar de los esfuerzos.

Diariamente se despliegan policías extra en 20 zonas de impacto ubicadas en los vecindarios más conflictivos del sur y oeste de la ciudad.

Esas zonas, que representan una fracción de Chicago, generan el 20 % de los crímenes y obliga a desplegar habitualmente a más de 300 agentes regulares, 120 veteranos con pago extra y unos 200 policías novatos.

Asimismo en el verano, cuando históricamente aumenta la criminalidad, se cancelan las libranzas de fin de semana de los agentes asignados a unidades tácticas, de control de armas de fuego y de rápido desplazamiento.

Pero en opinión de McCarthy se necesita mucho más que el refuerzo policial para superar la situación.

Según declaró a periodistas, la pobreza, falta de empleo y mala educación pública serían las causas subyacentes que complicarían la vida en esos vecindarios, donde los habitantes "tienen que colaborar más para recuperar el control de las calles".

McCarthy anunció que en lo que va de año la Policía incautó más de 3,200 armas de fuego, y reclamó además leyes más estrictas para controlar el flujo en las calles.

"Nuestras iniciativas, perseverancia y relaciones con líderes comunitarios y residentes han logrado un progreso innegable en este campo", declaró en conferencia de prensa.

"Pero nuestros agentes todavía enfrentan la realidad de las armas de fuego ilegales y necesitamos leyes más severas para mantenerlas fuera de las calles y para castigar a los criminales que las portan", agregó.

Según McCarthy, la Policía de Chicago recupera más armas ilegales que cualquier otro cuerpo similar en el país, sin contar con una ley estatal que aumente las penas de prisión para los criminales que porten armas ilegales.

El verano es además la época del año más complicada para la seguridad pública en Chicago, porque hay más gente en las calles, se producen más oportunidades de enfrentamientos violentos entre pandillas enemistadas entre sí y víctimas inocentes de fuego cruzado.

Las pandillas que actúan en la ciudad son responsables de 6 de cada 10 homicidios, según la policía, que atribuye la violencia a la división de los grandes grupos en facciones pequeñas que se disputan los puntos de venta de drogas.

Según un informe de 2012, el Departamento de Policía identificó 650 pandillas diferentes en las calles de Chicago.

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