La ciudad de Chicago, la cual planea cerrar decenas de escuelas este verano para ahorrar dinero, ha recibido 11,000 solicitudes de ayuda para asegurar que estudiantes puedan llegar a escuelas a través de vías seguras.
Según el diario "Chicago Sun Times", el próximo mes la ciudad contratará a 600 personas para que trabajen en estas vías y así garantizar que estudiantes lleguen a sus nuevas aulas de clase sin complicaciones.
Oficiales distritales aseguran que el programa, conocido como Safe Passage Program, costará millones de dólares al año, y tendrá adultos en estas vías quienes alertarán a la policía de conflictos o problemas.
Asimismo, autoridades están inspeccionando edificios vacantes en las vías que estudiantes usarán para garantizar la seguridad de todos. Algunos edificios probablemente sean demolidos.
En mayo, la junta de educación de Chicago tomó la decisión de cerrar 50 escuelas de la ciudad, lo cual causó una lluvia de protestas y demandas.
Opositores de la decisión aseguran que estos cierres afectan desproporcionalmente a minorías y también argumentan que la decisión pondrá a estudiantes en riesgo, puesto que tendrán que cruzar los límites de pandillas.
