CEO de Roseland renuncia a su cargo

Siguen aumentando las discusiones sobre quién es el responsable de las cuantiosas deudas del Hospital Roseland Community, su posible cierre está a un paso de hacerse realidad y Dian Powell, CEO del hospital, renunció el martes. Powell alegó que el Estado no ha pagado al hospital los 6,000,000 de dólares que se le prometieron. Un día después, el hospital dijo que su declaración era inexacta y Genivee Chapman, Presidenta de la junta, fue nombrado CEO interina. El gobernador Pat Quinn negó los reclamos de Powell y dijo que el estado de Illinois dio todos los anticipos fiscales a Roseland para este año, culpó a "la mala gestión" de la deuda del hospital. "El hospital y su junta directiva tienen graves problemas de administración que deben abordarse", dijo en un comunicado la oficina de Quinn. “El Hospital Roseland está en deuda y se han administrado mal sus recursos, hasta llegar a la situación en la que se encuentra hoy en día." El hospital dijo el miércoles que las pláticas del dinero se están reanudando con el Estado y que esperan por “el bien de todos” que se revise el plan de sostenibilidad del hospital, el cual está en el escritorio del gobernador. Los funcionarios del hospital dijeron que no se aceptarán nuevos pacientes hasta el miércoles, debido a la falta de fondos, pero la vicepresidente Sharon Thurman dijo que las conversaciones pidiendo más dinero son "prometedoras". Los actuales 38 pacientes del hospital se pueden mover en los próximos días si no reciben los fondos necesarios. Mintras que los partidarios del hospital acudieron con protestas y manifestaciones, declarando que el hospital es el único centro en un radio de 8 millas y es una “oportunidad de vida” a los residentes de esa comunidad. La Coalición Roseland, un grupo comunitario, alegó que el cierre del hospital pondría a casi 50,000 personas en riesgo y 600 trabajadores perderían sus puestos de trabajo. El hospital despidió a 60 trabajadores hace dos semanas debido a la falta de financiación y los activistas están pidiendo que gobernador Pat Quinn utilice los fondos de emergencia para salvar el centro. Los miembros de la pandilla “Black Disciples” también se unieron a la pelea, diciendo que el cierre de los hospitales sería "genocidio". Sin embargo, el gobernador dijo que está preocupado por la viabilidad a largo plazo de Roseland. "Estamos comprometidos a trabajar con el hospital y ayudar a identificar socios potenciales y recursos disponibles dentro de la ley para desarrollar un plan para su sostenibilidad a largo plazo", dijo en un comunicado. "Estas discusiones seguirán su curso, siempre y cuando el hospital proponga un plan o cualquier información para seguir adelante."

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