Boehner no cede sobre presupuesto

WASHINGTON - Los republicanos endurecieron el jueves su posición sobre el presupuesto, anunciando que no aceptarán la propuesta aprobada por la mayoría demócrata en el Senado a menos que incluya una cláusula que deje sin fondos a la reforma de salud. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo que no aceptarán el proyecto de gastos a menos que incluya la idea, promovida por el movimiento ultraconservador Tea Party, de "despojar de fondos al Obamacare". "No veo que eso vaya a pasar", dijo Boehner a reporteros. Al mismo tiempo, Boehner dijo que los republicanos en la cámara baja develarán su propuesta para extender el tope de la deuda, pero sólo si se posterga por un año la reforma del sistema de salud. Otros legisladores más conservadores no se vieron satisfechos con eso. "Ello no reduce los gastos lo suficiente, no resuelve el problema", declaró Mo Brooks, representante republicano por Alabama, añadiendo que está indeciso sobre si votará a favor de la medida. "Necesitamos reducir drásticamente el gasto público o tener una enmienda constitucional que estipule el equilibrio del presupuesto", expresó. La presión está en aumento sobre los republicanos en la cámara baja, a medida que se acerca el plazo para aprobar el presupuesto y enviarlo al presidente Barack Obama para su firma, o de lo contrario habría un cierre parcial del gobierno a partir de la medianoche del lunes. Entretanto, el Senado se disponía a votar el viernes sobre una resolución que aprobaría el proyecto de gastos de la cámara baja pero sin el párrafo contra la reforma de salud. Los comentarios de Boehner indican que la Cámara de Representantes le devolverá la iniciativa al Senado el fin de semana, aunque se negó a divulgar qué cláusulas serían incluidas por el partido opositor. Si ocurre un cierre parcial del gobierno, cientos de miles de empleados públicos tendrían que abandonar sus puestos de trabajo, los parques nacionales quedarían cerrados y la opinión pública fustigará al partido que considere responsable de la debacle. Si ocurre, sería la primera parálisis del gobierno federal desde 1995, cuando los republicanos obligaron al cierre del gobierno, lo que eventualmente les perjudicó políticamente y benefició al entonces presidente Bill Clinton. El senador republicano Ted Cruz intentó bloquear el proyecto de gastos mediante una táctica dilatoria, en que habló sin parar por 21 horas. Ello entusiasmó a sus seguidores del Tea Party, pero enfureció a líderes más pragmáticos del partido. Muchos senadores republicanos, entre ellos los dos republicanos de mayor jerarquía, han anunciado que votarán a favor del proyecto en lugar de dejarlo morir vía tácticas dilatorias. Ello le da a los demócratas una ventaja para derrotar el intento del Tea Party de usar el proyecto de gastos para asestar un golpe al plan de reforma de la salud.

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