Obama con “Sex and the City”

Con la necesidad de aumentar su base de donantes y recaudar dinero para la campaña, Obama apuesta por artistas de élite en busca de ayuda tan a menudo que prácticamente se han convertido en el elenco de personajes de su campaña. El mandatario está aprovechando su acceso a Hollywood para rifarlo como un premio para otros, recurriendo a un país que se deleita con la celebridad, incluso en tiempos económicos difíciles.

La gira de Obama con grandes nombres hace su próxima parada el jueves en la casa de Parker en el West Village de Nueva York. La actriz, quien está casada con el también actor Matthew Broderick, será anfitriona junto con la editora en jefe de Vogue, Anna Wintour, de un acogedor evento para recaudar fondos con un costo de 40.000 dólares por persona.

El presidente y la primera dama Michelle Obama luego se dirigirán a un segundo y deslumbrante evento para recaudar fondos en Manhattan, en el que habrá una presentación de Mariah Carey.

Aunque los demócratas han mantenido durante mucho tiempo relaciones políticas e ideológicas con la industria de la televisión y el cine, la dinámica es diferente en esta ocasión para Obama. Su propia celebridad se ha desvanecido un poco después de más de tres años de gobernar, y algunos donantes confiables se han acostumbrado tanto a verlo que quieren más, algo como una verdadera estrella de cine.

Adicionalmente, el equipo de Obama se está viendo superado por republicanos motivados en un nuevo ambiente, en el que los donantes ricos pueden dar cantidades ilimitadas de dinero para comités de acción política conocidos como súper PAC, que pueden tener una influencia enorme sobre la carrera presidencial.

Como contraataque, Obama está pidiendo prestado el poder de los artistas para que donen mucho dinero y animen a otros a dar lo que puedan.

La estrategia podría ser peligrosa, pues permite a los opositores pintar a Obama como alguien que se codea con los famosos por dólares mientras aumenta la angustia de la clase media.

De Hollywood a Broadway, Obama se ha rodeado de nombres de gran éxito últimamente: George Clooney, Julia Roberts, Reese Witherspoon, Spike Lee, Will Smith, Oprah Winfrey, Ellen DeGeneres, Cher y muchos otros que ganan más en un año que la mayoría de la gente en toda su vida.

Obama jugó baloncesto con Batman (George Clooney) y el Hombre Araña (Tobey Maguire) en el mismo partido. Tuvo una charla privada en Los Angeles con algunas de las estrellas jóvenes de la ciudad la semana pasada, de Jessica Alba a Jeremy Renner. Algunos de los músicos más populares han actuado en sus eventos para recaudar fondos, como Alicia Keys, Cee Lo Green, Dave Matthews y los Foo Fighters. Para su concierto con Obama, Jon Bon Jovi incluso pudo viajar en el Air Force One, el avión presidencial.

"Seamos realistas: Ellos ayudan a recaudar el dinero que se necesita para emprender una campaña seria", dijo Robert Schmuhl, profesor de Estudios Estadounidenses de la Universidad de Notre Dame, que ha escrito sobre la mezcla de la política y la celebridad. "La mayoría de los estadounidenses de hoy están involucrados en lo que llamamos la 'cultura de la celebridad' en cualquier caso. Ellos entienden cómo funciona".

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