El miércoles, el alcalde Rahm Emanuel pidió a padres de familia ignorar un llamado a boicotear la escuela y pidió que enviaran a sus hijos a clases.
El boicot se programó en protesta por los recientes cierres de escuelas.
Emanuel urgió a los padres a demostrar su desacuerdo con la decisión de cerrar decenas de escuelas públicas, de alguna otra manera y enfatizó que impedir que los estudiantes “no pueden perder un solo día de educación”.
Michelle Young, del grupo Action Now, dijo que el boicot enviará el mensaje de que los padres están defendiendo los derechos de sus hijos.
"Siento que [Escuelas Públicas de Chicago] está utilizando a nuestros hijos", dijo. "Los están utilizando como peones. Estamos pidiendo mucho. Estamos pidiendo un nuevo consejo escolar electo que tenga la educación de nuestros niños en el corazón".
La presidenta ejecutiva de las Escuelas Públicas de Chicago, (CPS, por sus siglas en inglés), Barbara Byrd-Bennett, dijo que el boicot es un mal ejemplo para los niños.
"Sacar a los niños de clases por un solo día es inaceptable", dijo Byrd-Bennett en un comunicado.
"Nuestros estudiantes deben estar en el salón de clases con sus maestros recibiendo la instrucción que necesitan para estar en el camino hacia un futuro exitoso y brillante".
Algunos padres de familia están de acuerdo, como Katrina Martin, quien tiene cuatro hijos en escuelas de CPS, e insistió en que todos sus hijos estarán en clases el miércoles y dijo creer que un boicot hará más daño que bien.
Action Now y otros grupos comunitarios dicen que su protesta por un cambio comenzará a las 8:30 am. Cuando se reunirán frente a la sede de CPS, en el 125 S. Clark St., desde donde marcharan hacia el Edificio del Ayuntamiento, ubicado en el 121 N. LaSalle St.
