Los recursos que han canalizado a la fecha los Supercomités de Acción Política a la campaña presidencial al parecer son estrictamente estadounidenses, a decir donaciones de compañías, sindicatos y millonarios de Estados Unidos.
Sin embargo, las autoridades federales y expertos en la ley fiscal advierten que el incremento de los supercomités propician las condiciones perfectas para donaciones ilegales provenientes del extranjero.
Desde 1966 quedó prohibida la llegada de dinero extranjero para las campañas políticas y la Corte Suprema emitió una orden en enero que ratificó esa medida.
Sin embargo, el fallo histórico en 2010 de la Suprema Corte, conocido como el caso Citizens United (Ciudadanos Unidos), dio pie para que corporaciones y otros donadores ricos entreguen dinero a comités políticos que evitan una coordinación directa con las campañas.
La decisión favoreció el surgimiento de los Supercomités de Acción Política, en tanto que los fallos judiciales y órdenes del gobierno más recientes dieron a los grupos más libertad porque permiten a los donantes entregar cantidades ilimitadas con requisitos mínimos de divulgación.
