Tira la toalla Santorum

GETTYSBURG, Pensilvania - Rick Santorum reconoció el martes lo inevitable y renunció a su búsqueda de la presidencia de Estados Unidos, allanando el camino para que Mitt Romney obtenga finalmente la candidatura republicana. "Tomamos una decisión el fin de semana, que si bien esta contienda presidencial terminó para nosotros, para mí, y que suspenderemos desde hoy la campaña, pero no dejaremos de luchar", dijo. Santorum, acompañado por su familia, dijo ante sus simpatizantes que la lucha para derrotar al presidente Barack Obama en los comicios de noviembre continuaría, aunque no hizo mención ni manifestó su apoyo para Romney, a quien Santorum había calificado como un indigno abanderado para los republicanos. El ex senador de Pensilvania destacó que llevó su campaña más lejos de lo que cualquiera hubiera esperado. "Contra todo pronóstico", dijo, "ganamos 11 estados, millones de votantes, millones de votos". Santorum resaltó también su intención de mantenerse como una voz en la campaña por venir, al decir: "Esto está muy, muy, muy lejos de haberse acabado. Vamos a continuar y a pelear para vencer al presidente Barack Obama". Antes de su anuncio, Santorum habló con Romney, dijo una persona del partido familiarizada con la campaña, y Romney le pidió reunirse con él en algún momento. El total de delegados que han acumulado los precandidatos era indicio del destino de Santorum. Romney tiene más del doble de delegados que Santorum, y parecía ya encaminado a la cifra de 1,144 que se necesita para amarrar en cuestión de semanas la postulación. En la contienda se mantienen otros dos aspirantes, ninguno de los cuales tendría posibilidad alguna de ganar la candidatura: el ex líder de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, y el representante de Texas, Ron Paul. Santorum tenía esperanzas de resistir hasta las primarias de Pensilvania que se celebrarán el 24 de abril, pero decidió renunciar luego de que su gravemente enferma hija Bella, de 3 años, pasó el fin de semana en el hospital. Santorum, un vigoroso candidato que tomó a todos por sorpresa con su victoria en las asambleas partidistas de Iowa con que arrancó la temporada de primarias, hizo campaña con base en su visión conservadora, pero se vio afectado por la falta de fondos y de organización. Dijo que aunque Romney sumó más delegados, "nosotros íbamos ganando de una manera distinta. Estábamos llegando a los corazones" con un mensaje conservador. En un comunicado, Romney felicitó a Santorum por su campaña, y lo describió como un "competidor capaz y valioso". Al final, Santorum tuvo que enfrentar la realidad: Habría tenido que ganar 80% de los delegados que faltan por elegir para asegurar la candidatura republicana antes de la convención nacional del partido que se efectuará en agosto en Florida. Y eso no habría pasado mientras Romney siguiera en la contienda porque la mayoría de las primarias que faltan usan un sistema proporcional para la repartición de delegados, lo que dificultaría obtener grandes números de delegados por estado. En la mayoría de los estados que ya votaron, los delegados de Santorum pueden ahora decidirse a apoyar a cualquier candidato. Gingrich, quien ha recibido algunos de los votos de aquellos que, como Santorum, ponen en entredicho el carácter conservador de Romney, apeló de inmediato a sus simpatizantes. "Estoy comprometido a mantenerme en esta competencia hasta llegar a Tampa para que el movimiento conservador tenga una opción real. Le pido humildemente a los partidarios de Santorum que visiten Newt.org para que conozcan mis antecedentes conservadores y se nos unan para llevar estos valores a Tampa".

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