TAMPA - Un recientemente agresivo Mitt Romney se fue a la carga en un debate de campaña el lunes por la noche al decir que Newt Gingrich "renunció en desgracia" al Congreso luego de cuatro años como presidente de la cámara baja y después pasó los siguientes 15 años "trabajando como un mercader de influencias" en Washington.
Gingrich se defendió al decir que los ataques de Romney estaban llenos de falsedades y se refirió a declaraciones de dos hombres que compitieron contra Romney en 2008 que dijeron que el ex gobernador de Massachusetts "no puede decir la verdad".
El enfrentamiento ocurrió en los momentos iniciales del primero de dos debates que se realizarán esta semana, antes de las elecciones primarias de Florida del 31 de enero.
Gingrich derrotó a Romney en las primarias del sábado en Carolina del Sur, un revés que reacomoda la contienda para elegir al rival del presidente Barack Obama en noviembre.
El ex senador de Pensilvania Rick Santorum y el representante de Texas Ron Paul compartieron el escenario en el debate.
Al ser cuestionado sobre si podía imaginarse el camino a su nominación, Santorum dijo que la contienda hasta ahora parece decidida, pero es impredecible. Reconoció que fue derrotado en la reelección en 2006 en Pensilvania, pero dijo que el partido perdió el gobierno estatal por un margen mayor al de su propia derrota.
"Hay sólo una cosa peor que perder una elección, y eso es no defender los principios que sostienes", dijo, un comentario que hace frecuentemente durante campaña en un intento de poner en duda el compromiso conservador de Romney.
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Paul se hizo a un lado cuando el moderador le preguntó si competirá en las elecciones generales por un tercer partido en caso de no conseguir la nominación republicana. "No tengo ninguna intención", dijo, aunque no cerró la puerta.
Los sondeos después de Carolina del Sur colocan a Gingrich y Romney a la cabeza en las primarias de Florida. Eso y la victoria del fin de semana del ex presidente de la cámara baja explican por qué ambos contendientes empezaron a pelear incluso antes de que iniciara el debate.
