Los concejales de Chicago aprobaron este miércoles por unanimidad lo que el alcalde Rahm Emanuel calificó de ser una ordenanza "dura, inteligente y aplicable" que permite el establecimiento de armerías dentro de los límites de la ciudad.
La ordenanza regula dónde se pueden establecer y ordena que todas las ventas sean grabadas.
Las grabaciones están diseñadas a impedir las llamadas compras de paja; es decir, cuando alguien adquiere armas y las vende a personas que no estén autorizadas.
Además, los distribuidores de armas tendrán que pagar una licencia de $3,800 y cumplir con un período de espera de 72 horas para vender pistolas y de 12 horas en el caso de rifles y escopetas.
Sólo le pondrán vender un arma a una persona por mes.
Por otra parte, los distribuidores de armas no podrán establecerse dentro de 500 pies de una escuela o parque.
El voto de 48-0 ocurre antes de la fecha límite del 14 de julio ordenada por un tribunal. El alcalde sostiene que la ordenanza establece las restricciones más duras que puedan soportar desafíos legales.
Los críticos de la medida han dicho que es similar a la prohibición ya existente en la ciudad.
Richard Pearson, director ejecutivo de la Asociación del Rifle de Illinois, advirtió el mes pasado que va a haber demandas contra la municipalidad por la nueva ordenanza.
