Una adolescente le explicó al juez del Condado de Kane, entre lágrimas, que una vez se puso un cuchillo en la garganta para suicidarse y poder reunirse con su hermano pequeño, que murió el verano pasado mientras hacía "tubing" con su familia culpa de un navegante que, según las autoridades, staba borracho y bajo los efectos de la cocaína. El doloroso testimonio se produjo durante una audiencia en la que se dictó sentencia para David Hatyina, el asesino. "Vi a Tony con su chaleco salvavidas blanco y rojo sobre el agua agitando los brazos," declaró el padre del chico, Jim Borcia, al juez. "Comencé a rezar, a pedirle a Dios para que lo salvara a Tony cuando vi que el barco se dirigía hacia él y le pasaba por arriba. Cuando llegamos a donde estaba Tony, el chaleco salvavidas se balancea en el agua. Miré alrededor y todo lo que podía ver era una parte de su columna vertebral". Las autoridades dijeron que Hatyina, el asesino, golpeó al muchacho a unos 40 kilómetros por hora. Dijeron que estaba tan intoxicado cuando fue interrogado que no podía recitar el alfabeto . Christ Winters, oficial del Departamento de Recursos Naturales de Illinois, declaró que Hatyina operaba un barco de 29 pies de largo llamado "Purple Haze". Winters dijo que se encontraron tres tipos diferentes de bebidas alcohólicas en el barco. La hermana de Borcia, Kaeleigh Borcia, dijo que paseo final del día se suponía que era de ella, pero ella se lo cedió a su hermano para hacerle un favor. Dijo que eso fue "el mayor error de mi vida. Debería haber sido yo, no él", exclamó. Los familiares recordaron cómo el estudiante de quinto grado amaba el deporte y soñaba con trabajar en la policía.
