El eco del pedido de justicia se escuchó el lunes por la noche en las calles de La Villita, a medida que familiares y amigos de Fabian Torres y Joaquín Garcia marcharon cuadra por cuadra en voz alta. Torres y García perdieron la vida el viernes pasado cuando Terrel Garret, un oficial de la Policía de North Chicago condujo su auto en estado de ebriedad, entrando en sentido contrario a la autopista Lake Shore Drive y ocasionando un accidente en el que, además de las víctimas mortales, una mujer fue herida de gravedad. Durante la vigilia del lunes, las madres de las víctimas intercambiaron abrazos con otros familiares e incluso con desconocidos que asistieron a mostrar su apoyo, ya que esta tragedia ha afectado a toda la comunidad. Los familiares de los fallecidos exigieron justicia y aseguraron que Garrett recibe trato especial por ser policía, protestando el hecho de que un juez del condado de Cook le impusiera una fianza de medio millón de dólares, lo que le da al acusado la oportunidad de obtener la libertad condicional. Las madres piden la pena máxima para el uniformado.