La tecnología se ha convertido en la mejor arma para combatir el crimen en las calles de Chicago. No solo se cuenta con los ojos vigilantes de las cámaras de seguridad, sino que ahora han incorporado otros aditamentos que serán los oídos que escuchen balazos. El sistema detecta, por medio de sensores colocados en las calles, disparos de bala en un radio de 3 millas. El superintendente de la Policía de Chicago, Gary McCarthy, explicó que “son sensores acústicos que dan a nuestros oficiales la ubicación exacta de donde se escucharon los balazos y puede distinguir entre el ruido del balazo, fuegos pirotécnicos y automóviles”. Los sensores han sido instalados en cuatro áreas de policía y ya han dado resultados. En septiembre, se logró resolver un caso y arrestar a una persona, con la ayuda de esta tecnología, de acuerdo con la Policía de Chicago. Cuando el sensor percibe un disparo, la policía es notificada automáticamente y los oficiales acuden al lugar de los hechos, sin que sea necesario que alguien reporte el incidente al 911.