Juan Amaya ordenó a subordinados utilizar martillos para romper las manos de un adolescente sospechoso de haber robado a los Latin Kings.
Amaya, de 37 años, era un “inca” o líder regional de los Latin Kings en el barrio de La Villita. Tenía a su cargo una red de distribución de cocaína, según la fiscalía.
Un jurado declaró este jueves culpable a Anaya de crimen organizado, uso ilegal de armas y narcotráfico.
Estos delitos podrían significar una sentencia de cadena perpetua.
Las autoridades calculan que la pandilla de los Latin Kings tiene 10,000 miembros en Illinois y unos 1,000 en La Villita.
La Agencia Antinarcóticos Estadounidense (DEA) cree que los Latin Kings y otras pandillas del área tienen contacto con operarios de los cárteles de la droga.
Según la DEA, las pandillas se encargan de la distribución al menudeo de mariguana, cocaína, heroína y anfetaminas, las cuales obtienen de los cárteles que operan en el Medio Oeste.