Miles de niños que cruzaron la frontera con Estados Unidos sin sus padres no se serán albergados en un antiguo monasterio situado en Olympia Fields.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS) indicó este lunes que esas instalaciones ubicadas en el Governors Highway ya no estaban siendo consideradas como una opción.
Siguiendo las órdenes emitidas por el presidente Barack Obama a principios de este mes, los funcionarios de DHHS enviaron la semana pasada una notificación de que el antiguo monasterio se podría usar como vivienda temporal para los niños mientras se localiza a sus parientes.
El congresista Randy Hultgren (IL-14) exhortó a detener esos esfuerzos argumentando que el traslado de los niños a la instalación en el suburbio al sur de Chicago sólo empeoraría las cosas para los pequeños.
"Esos niños deben ser devueltos a sus países de origen de forma rápida y con dignidad humana; no quedar abandonados en un limbo legal".
El presidente ha calificado la llegada de más de 52,000 niños solos de crisis humanitaria.
Alrededor de tres cuartas partes de los niños provienen de Honduras, Guatemala y El Salvador y el resto de México, según datos de la Patrulla Fronteriza.
Los funcionarios fronterizos pueden devolver a los niños de México si determinan que sus vidas no están en peligro.
Sin embargo, los niños de los países que no tienen frontera con Estados Unidos deben ser procesados en 72 horas y luego ser enviados a refugios temporales, mientras se encuentra a los padres y se inician los procedimientos de deportación.
