Pacto permite renovación de Wrigley

Aunque los Cubs de Chicago habían anunciado que las pantallas de video donde se dan los resultados serían de 6,000 pies cuadrados se modificó el proyecto para hacerlos de 4,500.

El Jumbotron será de 95 pies de ancho en lugar de los 100 pies anunciados originalmente. También acordaron anular los fuegos de artificio para celebrar los home runs.

Esto se debe a que los dueños de negocios como bares y restaurantes situados en las azoteas de edificios cercanos a Wrigley lucharon contra los planes de renovación que incluían pantallas de enorme tamaño, lo que hibiera impoedido que sus cleintes vieran el juego sin entrar al estadio.

Estos negocios están obligados a compartir el 17% de sus ingresos brutos con los Cubs hasta la temporada 2024. El contrato que los obliga a compartir beneficios también les otorga derechos que les permitieron ganar esta lucha.

La decisión de los dueños de los Cubs, la familia Ricketts –que compró el club por $845 millones en 2009- de disminuir el tamaño de los carteles, hace mucho más probable que las obras sean aprobadas por la Comisión de Monumentos Históricos de Chicago.

Aunque la aprobación de los carteles y pantallas gigantes era imprescindible para seguir adelante con los planes de renovación del estadio, el proyecto aún necesita la aprobación de la Comisión de Planeación Urbana y de la alcaldía de la ciudad.

El primer obstáculo para la remodelación se ha dado, solo les queda a los Cubs completar la carrera.

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