NUEVA YORK — El notorio narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán está deseoso de que comience su juicio, pero en una carta presentada el jueves se quejó de que sus condiciones carcelarias son tan duras que no se puede defender de manera justa en el juicio por narcotráfico que enfrenta en Estados Unidos.
El abogado defensor Eduardo Balarezo dijo a los reporteros que Guzmán quiere acabar con las conjeturas de que está dispuesto a declararse culpable y cooperar con las autoridades estadounidenses. Las declaraciones se presentaron en una audiencia en la que un juez federal estadounidense fijó el 5 de septiembre para la selección del jurado en su juicio.
Guzmán “quiere ir a juicio”, declaró Balarezo afuera de la corte federal en Brooklyn. “Él no está interesado en cooperar. No está interesado en hacer un trato”.
El abogado también repitió quejas sobre las condiciones en la cárcel de Manhattan donde Guzmán se encuentra recluido bajo régimen de aislamiento. En México, Guzmán escapó dos veces de la cárcel, la segunda vez a través de un túnel de una milla de largo excavado hasta la ducha en su celda.
La celda de Manhattan donde Guzmán pasa 23 horas al día “es demasiado calurosa o fría” y sufre “dolores de cabeza constantes”, dijo Balarezo. También indicó que prácticamente le prohibieron entrar en contacto con su familia e incluso con su equipo de asesoría legal.
En la carta presentada en la corte horas después, Guzmán dijo que se le está tratando de manera injusta.
“Pensé que el sistema judicial de Estados Unidos al menos me daría la oportunidad de defenderme”, escribió. “Pero ahora veo que no es así. Lo único que pido es un juicio justo”.
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Durante la audiencia, el juez federal de distrito Brian Cogan denegó la solicitud de Guzmán de hablar durante comparecencias públicas sobre su caso, después de que los fiscales expresaran temor de que pudiera estar tratando de enviar mensajes a sus allegados. El juez dijo que en el futuro necesitaría ser notificado de antemano sobre lo que Guzmán quisiera decir antes de poder hacerlo.
Guzmán fue enviado a Estados Unidos en 2017 para que enfrentara cargos de que su cártel de Sinaloa estuvo involucrado en el lavado de miles de millones de dólares y de que dirigió una campaña despiadada de asesinatos y secuestros.
A principios de este mes, el juez acordó no revelar los nombres de los jurados a fin de impedir cualquier temor de que pudieran ser acosados o intimidados. Los miembros del jurado también serán escoltados hacia y desde el juzgado por agentes del Servicio de Alguaciles Federales y estarán aislados del público mientras estén dentro.
Los fiscales ofrecieron “razones fuertes y creíbles” por las que los jurados necesitan protección, como el uso de sicarios para llevar a cabo miles de actos violentos durante más de dos décadas, escribió el juez en una orden.
En el pasado, Guzmán usó sus conexiones para seguir dirigiendo su imperio de las drogas desde detrás de las rejas, dijeron los fiscales. También afirman que en Estados Unidos “El Chapo” contó con el apoyo de criminales que no están bajo su control directo.
De ser declarado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua.