Un hombre se robó una serpiente pitón de una tienda de mascotas.
El episodio quedó grabado en una cámara de seguridad del negocio, localizado en Portland, Oregon.
Pero lo más insólito es dónde puso al reptil para llevárselo.
No se le ocurrió mejor idea que meterse la serpiente en el pantalón para esconderla.
Si le entró, fue porque todavía es pequeña y solo mide 2 pies de largo. Está valorada en $200.
Las pitones pertenecen a la especie de serpientes constrictoras, como la boa, que no son venenosas pero matan a sus presas asfixiándolas y después se las comen enteras, por lo que el proceso de digestión dura días e incluso semanas.
La dueña del negocio declaró que el ladrón tuvo suerte, pues ese día no le tocaba comer.
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Imagínate lo que le habría ocurrido al pobre hombre si la serpiente hubiera estado hambrienta.
