México y EEUU deportan más migrantes mujeres

En 2015 deportaron a 43,317 mujeres de Guatemala, Honduras y El Salvador, según estadísticas.

Las deportaciones en México y Estados Unidos de mujeres migrantes procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador se han multiplicado en los últimos años y suponen ya el 19.9 y el 11.1%, respectivamente. 

En 2012, un total de 7,081 mujeres procedentes de los países del Triángulo Norte fueron deportadas desde México; mientras en 2015, esta cifra ascendió a 36,568 de un total de 154,437 migrantes, señala un informe divulgado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Ciudad de Guatemala.

En el caso de Estados Unidos, la cifra de mujeres migrantes deportadas pasó de las 6,749 de 2012 a las 9,858 del pasado año.

El incremento de mujeres migrantes, junto al de menores no acompañados, dos de los grupos más vulnerables, es una realidad "en crecimiento", destacó el responsable de la OIM para el Triángulo Norte de Centroamérica, Jorge Peraza. 

Durante años, la migración de las mujeres centroamericanas se atribuía al anhelo de unirse a sus parejas sentimentales, arraigadas en los países del norte, pero en los últimos tiempos, precisó el experto, se observa la misma como un proyecto vital. 

"Actualmente las mujeres migrantes en Centroamérica son en su gran mayoría migrantes primarias, es decir, migran por decisión propia, asumiendo su rol de proveedoras respecto a la familia de origen y convirtiéndose en protagonistas del hecho migratorio", señaló el informe. 

Muchas mujeres, precisó Pereza, emprenden el viaje al norte como una solución de "empoderamiento" que les permite huir de una realidad de violencia y discriminación. 

Los tres países registran tasas de homicidios entre las más altas del mundo y están entre los 25 con mayor índices de feminicidios. 

A diferencia de las mujeres del Triángulo Norte, las nicaragüenses optan por una migración sur-sur, con rumbo a Panamá o Costa Rica, donde existen "mejores oportunidades laborales", apunta el informe. 

No obstante, en sus países de acogida muchas de estas mujeres sufren violaciones de sus derechos laborales y se encuentran en situaciones de discriminación. 

El mayor riesgo se encuentra sin embargo en la propia ruta migratoria, especialmente en las que toman rumbo al norte, donde son presa fácil para las mafias de trata de personas y víctimas de agresiones sexuales: entre 6 y 7 de cada 10 migrantes son violadas, según algunos estudios. 

Al ser deportadas, muchas de estas mujeres vuelven a la realidad de violencia "física, social y económica" de la que habían tratado de escapar, por lo que la OIM reclamó a los países la implementación de medidas de acompañamiento e integración para la cada vez más numerosa colonia de mujeres migrantes. 

Centroamérica, en especial el Triángulo Norte, es una de las zonas más violentas del mundo, pese a que no se desarrolla una guerra convencional, lo que incide en la emigración masiva a Estados Unidos y México, los principales destinos. 

Para hacer frente a esta violencia y a la falta de oportunidades que provoca la migración, en febrero pasado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, solicitó al Congreso una partida de 750 millones de dólares de ayuda a Centroamérica dentro del presupuesto de 50,100 millones para el año fiscal 2017. 

Esos 750 millones se sumarían a los otros 750 millones aprobados por el Congreso en diciembre para afianzar el fortalecimiento institucional de los países de origen del mayor grueso de indocumentados: Guatemala, El Salvador y Honduras, bajo el conocido Plan de la Alianza para la Prosperidad.

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