El doble homicidio ocurrió en la zona norte de Tijuana. Las víctimas eran hondureñas, ambos menores de edad.
"La necropsia dice que los dos murieron por estrangulamiento, pero tenían una lesión por arma blanca en el cuerpo", dice Jorge Álvarez, subprocurador de Tijuana.
Según información oficial, el asesinato de los dos migrantes habría ocurrido la noche del sábado, pero fue hasta el miércoles cuando las autoridades federales hablaron sobre el tema.
"Se están haciendo las investigaciones", dijo a medios el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin dar muchos detalles, los funcionarios revelaron que fueron tres los jóvenes, integrantes de la caravana migrante, quienes habrían sido agredidos por los criminales. A dos los mataron y a uno lo dejaron ir.
"Estos lamentable hechos no ocurrieron en un albergue, sucedieron en la ciudad de Tijuana", aclaró Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos en la secretaría de Gobernación.
El sobreviviente, quien está bajo resguardo de la policía, relató que estaban en un callejón cuando fueron interceptados por sus verdugos.
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El joven hondureño que denunció a la policía lo que había ocurrido señaló el lugar donde mataron a sus compatriotas, dio detalles de sus agresores y reveló que lo liberaron con la promesa de que regresaría con dinero para rescatar a sus compañeros.
Gracias a sus declaraciones, la noche del martes fueron detenidos dos hombres y una mujer, los cuales confesaron que robaron, secuestraron y asesinaron a los migrantes.
Esta situación aumentó el miedo entre quienes, Santo Vázquez, esperan poder cruzar la frontera.
"Sí nos da miedo porque no desearíamos morir", dice Vázquez, uno de los migrantes hondureños.
"Hay mucha violencia y no queremos eso porque nosotros no venimos por violencia", afirma Walter Bonillas.
El gobierno de Honduras pidió al mexicano que se haga justicia y que se garantice la seguridad del menor que sobrevivió.
