Pareja real libre de controversias

LONDRES - Ahora, en su primer aniversario de bodas, puede notarse la transformación de la antigua Kate Middleton en una integrante apreciada de la familia real está casi completa. Actualmente es conocida como la duquesa de Cambridge, y considerada una mujer impresionante que parece sentirse cómoda cuando habla en público, al asistir a galas de beneficencia con su esposo Guillermo o tomando té con la reina Isabel II, la madre de su suegro. Pero los mejores momentos parecen ser los más tranquilos, caminando en el campo del norte de Gales con Guillermo y su perrito cocker spaniel negro, Lupo. "Lo principal es que parece que están disfrutándolo", dijo Ingrid Seward, editora en jefe de la revista Majesty. "El primer año de casados es difícil para cualquiera y ellos se han adaptado muy bien a su papel". Seward cree que la pareja real, que comenzó su relación cuando eran compañeros en la universidad, se ha beneficiado mucho de su larga y sólida amistad. El primer año de su matrimonio ha estado libre de controversia. "Estuvieron juntos por mucho, mucho tiempo y quizá esto demuestra qué tanto les ayudó ser los amigos que son", dijo. Kate y Guillermo planean celebrar su primer aniversario de bodas el domingo en privado, informaron autoridades palaciegas. El jueves asistieron a dos galas en las que se vio a Kate deslumbrando a todos con su elección de vestidos. La duquesa ha estado bajo una presión considerable en su primer año mientras se acostumbra a su papel real cada vez más público, pero ha evitado equivocarse y parece tener un gran apoyo en su familia y el buen consejo de los profesionales del palacio le sirve de mucho. La boda real, un espectáculo de televisión visto en todo el mundo, le dio a Guillermo y a su esposa la oportunidad de replantear la imagen de la monarquía británica y acercarla a los ciudadanos. Tras la boda, evitaron la atención y pasaron lo que habría sido el periodo típico de luna de miel en Anglesey, una zona ventosa del noroeste de Gales donde Guillermo trabaja como piloto de helicópteros de búsqueda y rescate en la base de la Real Fuerza Aérea. Su primer año de casados ha sido un experimento para equilibrar sus papeles reales y cotidianos. A la pareja le gusta vestirse informalmente para caminar con Lupo, pero también usan ropa de diseñador cuando van a galas para apoyar las causas que han elegido. Aunque la boda real fue la culminación de un largo noviazgo, también fue la coronación de Kate ante los ojos de la población como icono de la moda, filántropa y una posible reina. Ha sido muy elogiada por sus elecciones de ropa y su énfasis en los diseñadores británicos, muchos de los vestidos que elige se convierten en favoritos de inmediato y se venden en cuestión de horas. Con Guillermo a su lado, compartió con celebridades como Jennifer López en una rápida gira por California poco después de su boda, pero también se sumó a una multitud más informal en el festival de vaqueros de Canadá Calgary Stampede, con pantalones de mezclilla, un sombrero y un cinturón con una hebilla grande. La duquesa también ha tenido que elegir las organizaciones de beneficencia que apoyará, tomando en cuenta las causas que auspició la fallecida madre de su esposo, la princesa Diana. La han fotografiado abrazando a enfermos de cáncer y haciendo artesanías con niños. Las organizaciones que apoya la han elogiado por su cercanía y su dedicación. Esa dedicación se manifestó cuando Guillermo fue destacado por varias semanas a las Malvinas (conocidas como Falkland en Gran Bretaña) a comienzos de este año. Mientras Guillermo servía a su país, la duquesa dio su primer discurso público y en sus palabras, breves pero seguras, se disculpó porque su esposo no la podía acompañar.

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