CHICAGO – La ciudad de Chicago y los suburbios comenzaron el año arropados con un manto blanco.
Y es que con el paso de una tormenta invernal ha provocado condiciones peligrosas en las carreteras debido al suelo resbaladizo y poca visibilidad, así como ha traído varias pulgadas de nieve.
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Para algunos, esta nieve significa trabajo puesto que algunos residentes se dedican a remover nieve.
Por su parte, la Oficina de Manejo de Emergencias y Comunicaciones de Chicago activaron la fase dos de su plan, lo que significa que más de 200 camiones salieron para esparcir sal sobre las carreteras y calles de la ciudad.
Cabe señalar que, debido al alto oleaje, el pavimento resbaladizo y las condiciones peligrosas al exterior, ciertas áreas donde caminan los peatones cerca del lago Michigan han sido cerradas.
