Caín Velásquez y su ascenso a la cima del UFC

El peleador mexicano Caín Velásquez (11-1) defiende su corona pesada el próximo 25 de mayo en Las Vegas, en el UFC 160, ante un rival que ya venció, pero que no por eso deja de ser peligroso, el brasileño Antonio Silva (18-4). Una revancha muy interesante que tiene elementos de intriga y suspenso ante las últimas actuaciones de ambos gigantes, buenas y convincentes.

Caín ganó, de manera categórica (nocaut en el primer asalto), la primera pelea entre ellos el 26 de mayo del 2012, pero el triunfo del brasileño sobre Alistair Overeem le abrió las puertas a esta segunda cita con el campeón.

Los dos han llegado a este encuentro por caminos diferentes y llama la atención el rápido ascenso de Velásquez, quien en poco tiempo se convirtió en campeón pesado y es considerado uno de los mejores peleadores, libra por libra, en todas las Artes Marciales Mixtas (MMA por sus siglas en inglés).

Caín debutó en el UFC 83 el 19 de abril del 2008 noqueando en el mismo primer asalto a Brad Morris, en el evento que se efectuó en Montreal. Tras este triunfo, vinieron dos más, también por nocaut, hasta que se enfrentó a su primera prueba complicada en su cuarto combate, el francés Cheick Kongo en el UFC 99.

Fue en esa pelea que vimos al mexicano mostrar su corazón y sabiduría dentro del octágono, pues aunque fue derribado en varias ocasiones por los potentes puños de Kongo, no dejó dudas en la victoria al usar de manera excelente su lucha para derribar al rival en repetidas ocasiones y llevarse la decisión unánime de los jueces.

Tras esa victoria, quedaba claro que Velásquez era un buen candidato a la corona de los pesos pesados. Pero faltaba más; faltaba un triunfo sobre alguno de los consagrados en las MMA. En el UFC 104 noqueó a Ben Rothwell para dejar la mesa servida para su combate ante el excampeón del UFC y de PRIDE, Antonio “Minotauro” Nogueira.

El enfrentamiento ante la leyenda brasileña tuvo lugar en Australia, el 20 de febrero del 2010, y ante la mirada atónita de muchos, Velásquez despachó al “Minotauro” en el mismo primer asalto con un contundente nocaut. Una victoria categórica fue lo que consiguió el mexicano. Si el triunfo ante Kongo llamó la atención de los expertos en MMA, este ante Nogueira dejó a Caín a las puertas de una oportunidad titular.

Esa oportunidad llegó en el UFC 121, el 23 de octubre del 2010, ante el gigante Brock Lesnar, quien en ese momento era lo más cercano a un guerrero invencible. Caín se olvidó de todo eso y en una memorable pelea venció por nocaut a Lesnar en el primer asalto. Esa fue la noche en que el mexicano tocó la cima de las MMA al conseguir el cinturón más preciado, el de los pesos pesados.

En ese momento, el mundo le abrió las puertas de la fama y el reconocimiento a este hijo de inmigrantes mexicanos que siempre sale al octágono al ritmo de Vicente Fernández y que lleva en su pecho un tatuaje que lo identifica con sus raíces mexicanas.

Su primera defensa, sin embargo, no tuvo un final feliz, al caer noqueado en apenas 64 segundos ante el brasileño Junior dos Santos. Alrededor de esta pelea hubo rumores de una lesión previa, aunque él nunca lo usó como excusa y dijo que, simplemente, había perdido con un gran rival.

Su camino de regreso a la cima comenzó con el triunfo sobre Silva el año pasado y concluyó en el UFC 155 el 29 de diciembre pasado con un contundente triunfo unánime sobre Dos Santos. De principio a fin, quedó claro que Velásquez venía por su título y nadie le iba a impedir conseguirlo. Lo que le hizo a Junior fue, sencillamente, propinarle una paliza. Nunca nadie antes le había pegado tan duro al excampeón brasilero y su cara al final del combate fue la mejor prueba de eso.

Una vez más, Caín Velásquez estaba en la cima del UFC, con el cinturón que siempre pensó era sólo de él. En apenas cuatro años, había debutado, ganado el título, lo había perdido y recuperado.

Ahora viene lo más difícil, mantenerse en la cima. Antonio “Big Foot” Silva es el primer obstáculo en el camino y Dos Santos no está muy lejos tampoco. Así que su cita en el UFC 160 es la que comienza su recorrido como campeón defensor. Uno que debe ser más duro que el que lo trajo hasta aquí.

Así ha sido siempre y así será.

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